LOS MENTIDEROS
Esto es lo que dan de sí nuestros políticos en un caso de emergencia nacional. El fiasco de los desahucios los ha retratado a todos una vez más. No es que nos sorprendamos a estas alturas de su incompetencia, pero conviene recordar estas cosas cuando alguien se pregunte de dónde viene la convenida decadencia de la clase política. Pues viene de aquí, viene de que está la gente tirándose por la ventana y de que los dos partidos mayoritarios son incapaces de acordar unos mínimos.
Bueno, los mínimos sí los ha sacado el PP; sin acuerdo, pero los ha sacado. Y tan mínimos: es tal la cantidad de desgracias por las que tiene que pasar una familia para aplazar dos años el desahucio, que casi lo de menos es que le quiten la casa: tiene que ser una familia cuyos miembros no lleguen a los 1.597 euros al mes, que la carga hipotecaria se haya multiplicado al menos un 1,5% en los últimos cuatro años, que el pago de la letra se lleve el 50% de lo que ganan y que sea una familia numerosa o monoparental con dos hijos o con un menor de 3 años o con un dependiente con una discapacidad del 33%... Más que una lista de condiciones, parecen las siete plagas de Egipto. Pero, vale, si hay una sola familia que se puede beneficiar de este decreto cicatero, bienvenido sea. Y a continuación hagamos una marca en el muro, como cuando hay inundaciones: hasta aquí llegó la política social del PP.
La villanía del PSOE no tiene nombre ni arreglo: soberbio con el débil cuando manda y de lagrimita fácil cuando está en la oposición. Como un dictador anciano. Mientras fueron Gobierno, Rubalcaba y compañía rechazaron todas las peticiones de los comunistas para reformar la ley hipotecaria. Cuando dejan el poder y comprenden que nunca llegarán a nada, aflautan la voz y piden disculpas a lo Borbón. Vale, perdonados. ¿Y ahora qué?
España es un país que en 2011 dedico el 44% de todo lo producido (o del PIB) a gasto público, pero solo fue capaz de recaudar el 35%. Es decir, presentó un déficit superior al 9% del PIB. Por ponerlo en números más sencillos, esto es equivalente a un país que gasta 100 unidades pero solo ingresa 80, y por lo tanto tiene que acudir al mercado a pedir prestado 20. No olvidemos que si no nos prestan, no podremos gastar 100 sino tan solo 80.
¿Pero qué ha sucedido para llegar a esta situación? Si comparamos España con otros países podemos decir claramente que la crisis de España es una crisis de ingresos: en 2007 recaudábamos el 41% del PIB y por lo tanto con la crisis hemos perdido 6 puntos de PIB en ingresos (60.000 mil millones). Y esto es algo que no ha ocurrido en ningún otro país: es lógico que la recaudación caiga en la misma medida que cae el PIB, pero no que caiga el porcentaje de recaudación sobre el PIB, en todo caso dada la progresividad debería subir.
De hecho, en la mayoría de los países, aunque han caído los ingresos, dicho porcentaje ha permanecido idéntico o incluso subido un poco. Y esto es clave, pues si España hubiera mantenido el porcentaje de ingresos sobre PIB, nuestro déficit sería únicamente del 3%, y prácticamente no tendríamos que estar haciendo el brutal ajuste de gasto en el que estamos metidos.
¿Pero qué ha sucedido para llegar a esta situación? Si comparamos España con otros países podemos decir claramente que la crisis de España es una crisis de ingresos: en 2007 recaudábamos el 41% del PIB y por lo tanto con la crisis hemos perdido 6 puntos de PIB en ingresos (60.000 mil millones). Y esto es algo que no ha ocurrido en ningún otro país: es lógico que la recaudación caiga en la misma medida que cae el PIB, pero no que caiga el porcentaje de recaudación sobre el PIB, en todo caso dada la progresividad debería subir.
De hecho, en la mayoría de los países, aunque han caído los ingresos, dicho porcentaje ha permanecido idéntico o incluso subido un poco. Y esto es clave, pues si España hubiera mantenido el porcentaje de ingresos sobre PIB, nuestro déficit sería únicamente del 3%, y prácticamente no tendríamos que estar haciendo el brutal ajuste de gasto en el que estamos metidos.
Diferentes columnas de la Marea Blanca que han salido esta mañana desde varios hospitales de la capital y de la región han confluido en la la plaza de Cibeles para marchar en una manifestación masiva hasta la Puerta del Sol, como se ve en la imagen. Con el lema La Sanidad pública no se vende, se defiende, sindicatos, profesionales y usuarios han encabezado la marcha contra los drásticos recortes en el sector. La proteta de hoy da continuidad a los encierros realizados en una veintena de centros hospitalarios contra las medidas privatizadores del Gobierno de Madrid, en los que fue pionero el Hospital de la Princesa, que ya se ha convertido en el símbolo de la lucha por una sanidad pública de calidad.
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