viernes, 30 de noviembre de 2012

en perspeZtiva social Y otros Vientos Kavrones

http://mibrujula.com/asombrosas-ilusiones-anamorficas/

     LAS   PALABRAS     LLEVADAS    POR   EL  VIENTO


LAS    ""COSAS""   SE   PONEN    MUY  MAL  PARA  TODOS   EN GENERAL,  PERO   LO   SUFICIENTEMENTE  LISTON  PARA   NO  DEJAR   QUE   NUESTRO  PAIS    SE HUNDA   MAS    DE  LO  QUE  ESTA.



Una madre y un bebé camello estaban descansando, y de repente el bebé camello pregunta...
-...Madre; puedo preguntarte algunas cosas?
Mamá: Claro que sí ! Por qué hijo, hay algo que te molesta ?
Bebé: por qué los camellos tenemos joroba? 
Mamá: mira hijo,nosotros somos animales del desierto, y necesitamos la joroba para guardar agua y podamos sobrevivir sin ella.
Bebé: ¿Bien, entonces por qué son nuestras piernas largas y nuestros patas redondas?
Madre: ¡Hijo, obviamente ellos se adaptan para andar en el desierto, con estas piernas nos podemos mover por el desierto mejor que nadie ! Dijo la madre ogullosamente.
Bebé: ¿Bien, entonces por qué son nuestras pestañas tan grandes? A veces esto molesta mi vista
Madre: Hijo mío, aquellas pestañas largas y gruesas son su tapa protectora. Ellos ayudan a proteger tus ojos de la arena de desierto y viento, dijo su madre con ojos llenos de orgullo....
Bebé: ya entiendo. Entonces la joroba debe almacenar el agua cuando estamos en el desierto, las piernas son para andar por el desierto y estas pestañas protegen mis ojos del desierto...
¡Entonces qué demonios estamos haciendo aquí en el zoológico !
MORALEJA DE LA HISTORIA:"Habilidades, conocimiento, capacidades y experiencia unicamente son utiles si estas en el lugar correcto"
...¿Donde estas ahora?...
"Ama tu trabajo pero nunca te enamores de tu empresa, porque nunca sabes cuando tu empresa dejara de amarte!!"


Ahora que he muerto. Que sucede? no entiendo, solo sentí un dolor fuerte en la cabeza, mareos... y ahora estoy tan confundido. Que pasa? porque mi esposa corre y llora ?
Dicen que morí, pero no, estoy aquí pero ellos no me ven y no puedo abrazarlos.
OH ! ya veo, están trasladando a alguien en una carroza fúnebre, soy yo mismo, que extraño. Veo a mi familia con gran dolor, todos lloran, pero yo solo veo, ya no siento dolor ni tristeza, es como ser un espectador .
Pasan los días, mi familia regresa a casa sin mi, les he dejado un gran vacío.
Ya alguien ocupa mi puesto de trabajo, todo vuelve a ser como antes, corren, atienden llamadas, hacen pagos, envían documentos, firman  planillas, en fin es como si nunca hubiese faltado yo, que bien, algunos compañeros se acuerdan de mi a ratos y lamentan que ya no esté.
Sin embargo en mi familia, el vacío persiste, mi esposa llora, está confundida, no sabe como hacer sin mi, mi hija pequeña pregunta: Donde esta papa? y mi esposa le dice que en el Cielo.
Mi hija mayor acaba de comprender dolorosamente lo que es la muerte, no deja de llorar, no quiere ir a clases, no se puede concentrar, tampoco come.
Mi perro se paro en la puerta y de ahí no hay quien lo saque, come, bebe agua y regresa a su puesto de espera.
Pasa el tiempo, mi hijo cumple cuatro años y yo no estoy, el se aferra a su mama, se ha vuelto tímido y retraído, no hay una figura paterna para el, ya papá no está... Mi hija ya de 11 años casi no habla, a veces su mamá la encuentra llorando, bajó mucho las notas y no muestra interés por nada.
Mi querida esposa, con toda la carga sobre sus hombros, la responsabilidad de los hijos pequeños, tiene que sonreír a los niñospara darles fortaleza.
Ya paso un año y todo sigue igual, en casa el vacío, la tristeza, en la empresa donde trabajaba ya nadie me nombra y todo sigue igual sobre la marcha.
¿Sabes que dijo el forense? Que morí por stress, en mi cerebro reventó una vena por una subida de tensión que me dio, cuando me llamaron de mi trabajo y me dijeron que de los 10 camiones que solicite solo llegaron 7.
Y todo acabo... Ahora me doy cuenta que para la empresa que trabajas siempre serás uno mas, completamente reemplazable en cualquier momento, pero que para mi familia era único e irreemplazable.
Ahora me he dado cuenta que mi mejor empresa siempre fue mi familia. Mi querida familia.



POR FAVOR DEDICATE A LO QUE DE VERDAD ES IMPORTANTE, TODOS NECESITAMOS UN TRABAJO QUE NOS PERMITA CUBRIR NUESTRAS NECESIDADES BASICAS, PERO NO TE ENTREGUES A UNA EMPRESA, ENTREGATE A TUS SERES QUERIDOS... ABRAZA A TUS HIJOS, VISITA A TUS PADRES, BESA A TU ESPOSA, LLAMA A TUS AMIGOS, ES A ESTOS SERES A QUIENES DE VERDAD LE HARAS FALTA CUANDO YA NO ESTES

Un amigo te acepta tal cual eres.Un amigo creé en tí.
Un amigo admira todas las partes de tu persona (incluso las partes inacabadas).
Un amigo no se rinde contigo.
Un amigo perdona tus errores.
Un amigo se entrega incondicionalmente.
Un amigo te ayuda.
Un amigo te invita a reintentarlo contigo.
Un amigo te baja a la realidad.
Un amigo te dice la verdad cuando necesitas escucharla.
Somos amigos, aunque seamos distintos.
¡Super!
Un abrazote.
Te quiero.
Amigos para siempre.
Amigos por siempre.
¿Me lo mandarias a mi...? Colaboración de Vania Gonzalez Araiza.



Una gaviota volaba inmersa en una hermosa bruma de otoño, cuando a lo lejos vio encenderse el arco iris. Asombrada por lo que creyó la entrada del cielo, se lanzó en su persecución. Pero cuanto mayores eran sus esfuerzos para alcanzarlo, tanto más escurridizo se tornaba el insólito fenómeno, hasta que por fin cayó al suelo exhausta.
En aquella circunstancia límite, oyó una misteriosa voz que le dijo:
"De la misma manera que el arco iris es una condición del que observa y no una realidad, también lo es vuestro mundo con los colores y las formas.
Todo depende de las condiciones del observador, y de ellas surge lo que llamáis realidad."
Entonces supo la gaviota que había alcanzado, por fin, el arco iris. 



Si piensas que estás vencido, eres;
si piensas que no te atreves, no lo harás.
Si te gusta ganar, pero piensas que no puedes,
es casi un juego de niños que no lo harás.

Si piensas que perderás, estás perdido;
Porque en el mundo encontramos
éxito comienza con la voluntad de un compañero;
todo está en el estado de ánimo.

Si usted piensa que está superado, que son;
tienes que pensar arriba para subir,
tienes que estar seguro de ti mismo
antes de ganar el premio.

Batallas de la vida no siempre salen
al hombre más fuerte o más rápido;
pero tarde o temprano el hombre que gana
es el hombre que piensa que puede.







En primer lugar me moría de ganas de terminar la escuela secundaria y comenzar la universidad. 
Y entonces me moría de ganas de terminar la universidad y comenzar a trabajar. 
Y entonces me moría de ganas de casarse y tener hijos. 
Y entonces me estaba muriendo por mis hijos crezcan lo suficientemente mayor para la escuela para que pudiera volver a trabajar. 
Y entonces me moría de ganas de jubilarse. 
Y ahora me estoy muriendo ... y de repente me doy cuenta de que olvidé de vivir.




jueves, 29 de noviembre de 2012

EL GOBIERNO NECESITA ALGO DE AMOR

Emergencia: ya no es tiempo de juegos florales" por Rosa María Artal en _Zona Crítica (Hoy solo pa socios, mañana todo el artículo)
Imaginemos un país donde se “vende” un Banco, el de Valencia, -hundido por el putrefacto PP de esa comunidad durante su larga hegemonía- por un euro. El agraciado es CaixaBank. Y se han ido por el sumidero 5.500 millones de euros de nuestros impuestos que ya hemos pagado y seguiremos pagando en calidad de vida. Imaginemos también un país en el que, 37 años después de su muerte, se rinde homenaje al dictador de cuatro décadas, y ni el gobierno lo impide, ni cruje la sociedad de arriba abajo. Ese mismo ejecutivo que amnistía por dos veces –enmendando la plana a la justicia con empecinado tesón digno de otras causas- a unos condenados por tortura. Del cuerpo de los Mossos de Escuadra. O en el que un chico de 21 años, Alfonso Fernández Ortega, está detenido -sin juicio- en la prisión de Soto desde el 14N, fecha de la h

uelga general, bajo acusaciones poco claras.

Vamos a imaginar muchas más cosas, por ejemplo, que la OCDE nos pronostique para 2013 el peor año de la crisis, con 6,2 millones de parados, una deuda que dejó Zapatero en 68,5% del PIB y que va a llegar al 97,6%. O que la economía retrocederá el triple de lo que ha manejado el gobierno para elaborar los presupuestos. Más aún, que escuchemos decir al presidente Rajoy: “ Confío en que la OCDE se equivoque”. Y es que su gobierno debió de comprar la bola de cristal adivinatoria en un comercio chino de los que tanto nos gustan ahora. Ya nos venden por la tele las ganas que tienen los millonarios de ese país en venir a residir a España y comprar su permiso de residencia. Por 160.000 euros, viene de regalo con el piso adquirido.

Pero es el momento de contar con otra hipótesis: la oposición política no hace otra cosa que participar en los juegos florales parlamentarios y mediáticos oponiendo tímidas críticas. Alguna enmienda o proyecto que barre la apisonadora del PP, como es sabido, pero que hace quedar bien. Creen.


 

                      DEMOS  AMOR    AL  GOBIERNO   

                                QUE  NOS  JODE 

           TANTO  LA  VIDA    Y  QUE  APRENDAN   












En Rebelión
“Lo que nos está pasando en Madrid se va a extender a otras comunidades”, afirma Juan Domingo García, del Carlos III. “Deberíamos empezar una protesta masiva porque nos costó mucho conseguir la sanidad pública, universal y gratuita y vamos camino de que no sea ni universal ni gratuita ni pública”. “La raíz de todo es la Ley 15/97, de nuevas formas de gestión del Sistema Nacional de Salud. A partir de aquí se empezó a desarrollar la privatización de la sanidad en posteriores reales decretos y leyes”, explica L., del 12 de Octubre. Lo mismo opinan desde la Coordinadora de Hospitales y desde CAS. La ley fue aprobada en 1997 con los votos de PP, PSOE, PNV, CIU y CC. Hoy, muchos movilizados piden también su derogación.




“LA CARMONA” capítulo XII por Alfonso Camín 

NOCHE negra. Densa y callada. Como una casa que se queda a oscuras, cuando barre el viento la luz.

Juan de Colas, salía de cortejar a la Carmona. El reloj había marcado la una al abandonar el molino. A dos pasos de distancia no se veía dónde poner el pie. El mozo iba palpando, como un ciego el camino, con el palo. Temiendo descender a una cuneta, o tropezar con una saltadera. No había andado veinte pasos, cuando ya se había dado de narices contra una portiella. No había andado otros tantos, cuando a poco más va sobre un bardal de cabeza. Era noche de primavera. Pero amenazaba viento y lluvia. El aire estaba cálido. El cielo, negro. Torvamente negro. Sin embargo, en los prados que cruzaba brotaban perfumes fuertes. Sabor de tierra y de humedad. Olían los bardales a miel y a abejas. A flor deshojada. En aquella hora, profunda y sombría, sólo se escucha el gori gori del río. La canción áspera de los grillos, agitando sus burdas matracas. El silbido lejano de la serpiente. Algún sapo que desgranaba su nota única. Y a veces, el vuelo de una lechuza que estremecía el aire grueso.

Los grillos silenciaban su orquesta cuando iban sintiendo los pasos de Juan. Más adelante, un olor recio a margaritas húmedas se le metió al mozo por el olfato. Ya le faltaba poco para ganar el camino. Ya dejaba atrás las tres «saltaderas> de tres edades distintas. Ya iba olvidando el golpe sufrido contra la portiella del Pradón. Por cierto que, indignado, la había arrancado de su sitio, lanzándola contra el bardal de la heredad vecina.

—Mañana, cuando se levante Perico, echará de menos la portiella. Bueno. Ya le diré que me dispense y que yo le daré tabla para una nueva—iba pensando Juan de Colas.

Palpando el suelo y apartando las zarzas con el palo, se disponía a salvar la última «saltadera», cuando sintió un golpe que le hería rápido por la espalda, seguido de varias blasfemias. E1 mozo saltó la cerca de piedra. Y quiso dar la cara al enemigo. Firme de corazón y ágil de brazo. Pero otro golpe, también por la espalda, le derribó en tierra. En vano quería defenderse. En vano llevó la mano al arma. En vano alzó el palo en el aire su brazo desfallecido. Cinco sombras, blandiendo cuchillos y estacas, se le echaron encima.

—Canallas... Cobar...

Y no pudo Juán de Colas acabar la frase. Casi a la vez le habían dado varias puñaladas en el corazón. Casi a la vez le deshacían la cabeza a palos.

Entre el aroma fuerte de margaritas húmedas quedaba el cadáver cálido de Juan de Colas. Manando sangre, como si manara amapolas de pasión. En e! camino trágico de la casa de la Carmona.

No había podido defenderse el mozo. Pero, entre las sombras que huyeron, alguno llevaba la herida abierta. Bien lo denunciaba el rastro de sangre que comenzaba en el prado y se perdía en el camino. Juan de Colas no habría dado en el aire el único golpe que asestó a sus verdugos. Meses después se supo que había muerto en América el Maragatu. Se, pensaba que había sido uno de los matadores de Juan de Colas. Pero el crimen quedó en el misterio. El Pintu, libre en la aldea. Dueño de vidas y haciendas en la romería. En las noches de cortejo. Y en las tabernas del camino.
El cadáver de Juan de Colas se llevóla Villamar para hacerle la autopsia. Unos trabajadores de la cantera de la Coria, descubrieron su cuerpo ensangrentado, a las seis de la mañana, cuando se dirigían a sus faenas.

—Está herido de tres armas distintas: de puñal, de piedra y palo.

—Ay, si lo dejan defenderse —decían los amigos de Juan, que acompañaban el cuerpo en una —carreta a Villamar, seguida de la Guardia civil, de jueces y alguaciles—. Non deja costiella sana. Pero lo mataron a traición. Y eran Varios pa uno. Lo que dicen los papeles.

—Sí; eran varios pa uno—repetía tristón Blasín de la Joroba, mirándole a los ojos a Cachano, que en aquellos días había salido de la cárcel de Oviedo.

Doblaron las campanas por el alma de Juan de Colas. Por el mozo garrido y valiente, que murió sin confesión. Todas las gentes de la comarca le acompañaron al Camposanto.

—Era un mozo garboso.

—Y con un corazón todo nobleza.

—¡Qué desgracia! Y por esa gochona.

—Y fueron cinco los que lo mataron.

—Claro que fueron cinco. El Pintu ye un cobardón. Un criminalote. En cuadrilla matará él —rugía por lo bajo un rapazuco, que esperaba crecer para vérselas con el Pintu.

—Tienen estos mozos instintos poco cristianos—balbucía una vieja beata.

—Peores que llobos—respondióle una moza.

Natural que todos los indicios eran de que el Pintu de Contrueces había tomado parte principal en la muerte de Juan de Colas. El que había preparado el golpe. El que se había ensañado en la victima. El del primer golpe por la espalda. Pero no había pruebas.

Citaron a la Carmona. Confesó haber oído algunas voces en la soledad. Pero no vio a nadie. Ni siquiera una sombra. A la mañana siguiente del crimen, detuvieron al Pintu en su casa. La Guardia civil lo ató codo con codo. Lo intimaron los guardias en el camino. Hasta le apuntaron con los fusiles. El Pintu no se inmutó. Mostró su cuerpo de roca. Su mirada de acero. Firme y fría. El juez se desesperaba. Sus interrogaciones, tiradas a lo hondo, no hacían más ruido en el ánimo del Pintu que el de la burbuja en el agua.

—¿Dónde estaba usted la noche del suceso?

—En casa del Caleru. Hasta las nueve. Después, con Pepón el Madreñeru y Sidro Rendueles, en casa las Felguerosas, hasta las cuatro de la mañana, que me acompañaron a casa. En el camino encontramos a varios rapaces que venían de otros pueblos de cortejo.

Y el Pintu los citaba. Con nombres y apellidos, pelos y señales.

Llamaron a los mozos. A las hijas del Caleru. A más de una docena de vecinos. Y todos juraron que en la noche del crimen el Pintu estaba lejos de aquellos lugares. Claro que juraban en falso. Pero juraban. Había grandes sospechas. Mas todo quedó en decretar la libertad del Pintu. Ni un testigo se presentó a decir: «Yo sospecho.»

La Guardia civil se contempló burlada. La justicia, en Belén. En vano habían desnudado al Pintu. Ni una mancha de sangre en la ropa. Ni una desgarradura. Ni el más mínimo indicio del crimen.

En la conciencia de todos, en el alma trágica de la aldea, quedó grabada la figura del Pintu y sus secuaces, matando por la espalda a Juan de Colas. Pero nada más. Pasado el calor de la tragedia, la actualidad del suceso, el Pintu siguió haciendo la misma vida. Blandiendo el palo y cortejando a la Carmona. Ella se limitó a no ir los domingos a los bailes. Durante una corta temporada. Había que fingir de algún modo la falsa pena por la muerte de Juan de Colas. En el fondo, no la sentía. Se alegraba de que su nombre, ornado de sangre y rosas, corriera de boca en boca por los rincones más apartados de la comarca. Saborearía su triunfo de rojo folletín. Y cuando floreciera la leyenda, y en el navío de su juventud se inclinara el gallardete, se casaría con el Pintu. O con otro lobo que saliera en el pueblo.

—Ya me tenían fartos. Sobraba uno —comentaba para sí misma, queriendo rasguñarse los pezones en forma de higos lecheros.

Junto a la «saltadera>, en el recodo donde se había encontrado el cadáver de Juan de Colas, la piedad campesina levantó una cruz de piedra. Un recuerdo para el mozo que murió sin confesión. Cachano, en las horas ajenas al trabajo de la cantera, fue labrando la cruz. Cerca de un mes estuvo trabajando con busarda y puntero en la Coria. Solo en el fondo de la cantera, lo sorprendía la luna, labrando con toda unción la cruz de su compañero. Cuando la clavó en la verdura del prado, rodeada de un áspero pedestal de roca, se abrazó a ella en la soledad de la tarde dormida. Juró no arrancar nunca de su memoria el recuerdo de Juan. Pensó en matar al Pintu. Cara a cara. Frente a frente. Pero la figura infantil de los hijos, la claridad pascual de tos ojos de Arsenia, la negra sombra de los muros del presidio, le quitaron de los ojos telón rojo de la tragedia. La trágica misión de la Venganza. Iría al infierno. Sobre las ascuas rojizas se le aparecía en sueños a Cachano la imagen de la esposa. Segunda virgen de los Dolores, atravesada por las siete espadas. Cargando un niño en cada brazo. Lloraba su nueva Dolorosa unas lágrimas, que resplandecían como diamantes a la luz de las estrellas. Envuelta por la plata de la luna. La veía más tarde pidiendo limosna por los caminos. Los pies, descalzos. Los neños, agarrados a la saya. Pidiendo pan. Preguntando por el padre. Y otra vez, Cachano se apartaba de sí el pensamiento de acabar con el Pintu en una encrucijada del camino.

—Todo llega a su tiempo—pensaba.

La Cruz del Prado, como se le llamó en adelante, abría sus brazos cristianos en el camino de atajo. Cerca de la carretera. A la vista de las gentes aldeana. Todos los que cruzaban junto a ella, rezaban una oración por el alma de! buen mozo. Aldeanas de la comarca, mujeres que iban y venían sobre sus borricas; mocinas románticas que en los domingos venían de Villamar; ancianas, que recorrían las fiestas y mercados; viejos tratantes, capaces de engañar a los gitanos en la última feria, todos tenían un recuerdo para Juan de Colas. Se santiguaban. Rezaban una oración por el buen mozo.

La leyenda se llenó pronto de cintas doradas. Las mozas dejaban, en las tardes de fiesta, manojitos de rosas al pie de la cruz de piedra. Nombres de enamoradas escritos en el pedestal. Fechas dolíentes. Pensamientos románticos. Volvían a rezar por el muerto. Maldecían al matador. El recuerdo del Píntu, se les aparecía coma un cuervo. El de la Carmona, como una estatua de sal. Al irse, apartaban los ojos con asco de la casa del Molín de la Piedra.

La casa de la Carmona, la casa de la Culpa, como la llamaban en romances de ciegos, quedaba cada día más aislada de las demás de la parroquia. Ya nadie quería moler su maíz en el Molín de la Piedra. No era solamente la Pondala. Casi todas las gentes del pueblo, que tenían tierra y cosecha, no mandaban su grano al molino. Los mozos, tampoco iban mucho de cortejo por casa delaCarmona.

— Huyen de la quema, ¡los cobardones!—decía la moza.

Y había razones. Si por cortejar en el molino había encontrado la muerte Juan de Colas, el mozo más Valiente de la comarca, peor podía pasarles a ellos. Mocinos con pocas bragas. Cerrícas asustadizas. Reitanes de invierno. Puerco-espines en noches de luna. Raposos que no roban gallinas, ni mirando al mastín que está en cadena. Cortejadores sin mozas, que no iban a las romerías a las que iba el Pintu de Contrueces, si no había más que una pareja de la Guardia civil. Muerto Juan de Colas, sólo Pericón de la Vega se podía enfrentar con el Pintu. Era otro mozo valiente. Alto, como una pértiga. Derecho, como un lladral. Ágil como un felino, al que mataron años después, dándole por la espalda con un garabato. Hundiéndole, a mansalva, en el cráneo, los cuatro dientes de la presea de labranza. Bien sabía el Pintu quién era Pericón de la Vega. Bien supo tenerle como amigo. Defender su nombre por las tabernas. Juntarse con él en las romerías. Hablar con él aparte. Adelantándose a la jugada que podían hacerle otros, incapaces de enfrentarse con el Pintu de Contrueces. Un día habló a Pericón de esta guisa en la fiesta de Porceyo:

—Mira, Perico. Tú sabes que se me tiene dentera. Que me miran con mal ojo. No me matan porque no tienen calzones, como los tenemos tú y yo. Hoy somos buenos amigos. Pero los mozos de hoy son muy cobardes. Pueden inventar cualquier calumnia. Sé que quieren ponernos frente a frente. Te lo aviso. Yo de antemano, no he de dejarme sorprender. No pienso darles ese gusto. Pero espero que tú sigas la misma conducta. No caigamos en la trampa. Ni tú, ni yo, debemos hacernos sombra. ¿Que dicen que el Pericón ye más valiente que el Pintu de Contrueces? Bueno. ¿Que dicen que el Pintu ye más valiente que Pericón? Bueno. La cuestión es que no nos hagan la rosca. Que no nos embarquen, quedándose en tierra. Que non vean los toros desde la barrera, todos esos mancayos.

—Concho, quizás tenga razón. Ya me dijeron que tú hablabas mal de mí.

—¿Y tú lo crees?

—¡Qué voy a creer, hom!

—Pues ahí lo tienes. Eso es una encerrona que nos preparan a los dos. Y no puede ser. Ni pagando, verán esa corrida de toros. Yo siempre diré que el mozo más valiente de la comarca, muerto Juan de Colas, ye Pericón de la Vega. No hay otru.

—Bueno, hombre. Chócala. Lo mesmo haré yo. Tienes razón. Non vamos a dar gusto a esos morrales. ¡Cadierno, trae dos botellas de sidra!

—Otra cosa—dijo el Pintu—. Tú cortejas a la de Rubiera.


—Sí, paso el rato con ella. Ye guapa. Pero, una bobona, hom. Una bobona. Y tú ¿cómo andas con la del Molín de la Piedra? Ye una real moza. Digan lo que digan por ahí las envidiucas de la gente.

—Pues, cortejóla. Y pienso cásame. ¿Quiés apadrinar la boda?

—Hombre, non. Yo non tengo cuartos pa tanto, pero diré a la boda. Digo, si me convidas.

—Desde ahora.

—¿Y cuándo ye eso, hom?

—Pienso hacelo la semana que viene. El martes vendí un xato en la Pola para comienzo de gastos. Curas y frailes. Misas y agua bendita.

—¿Te casa el de Contrueces?

—Non, el de Ceares.

—Te lo digo porque ese párroco non te puede Ver más que la sangre en pan,

—Yo lo sé. Pero está bien pagado. En casa non Vamos ninguno a oírle decir misa. Todos vamos a Ceares. ¡Cadierno!

—¿Qué hay, Pintu?— contestó diligente el hombre de la barraca.

—Trai otres dos botelles. 

—Y don Isidoro él maestro—siguió hablando Pericón—, tampoco te puede ver. Esi borrachón, que non sabe hablar más que de política, non sal de casa de la Pondala.

—Tampoco me Interesa. Ya le quité varios rapazos, que también van a Ceares. Ese maestrón ye un animal. Recuerda que a uno le arrancó una oreja de un estirón. Y se quedó cojo por querer dar un puntapié a un rapaz. Así sería el puntapié que le iba a dar al neñu en la culera. ¿Non te acuerdas?

—Non faigo memoria, hom. 

—Fue listu el rapazuco. Dio un salto al ver la pata venir. Don Isidoro, confundió la mesa de escribir con la culera del rapaz, y se partió la pata contra la mesa. Muy valentón con los neños. Y en cambio, la su muyer, le da cada paliza de Dios y ayuda cuando llega a casa borracho. Yo no le he dado ya un susto porque el muy marica me denunció de antemano a la Guardia civil.

Los dos valientes volvieron a estrecharse las manos. Y se internaron en la romería, cada cual con su grupo de amigos. Porque los valientes en Asturias, como los toreros en Madrid, tienen aparte su grupo de admiradores.

La romería siguió su curso. Sonaban la gaita y el tambor. Bailaban las mozas. Cantaban los mozos:

La Soberana, 

comiéronme les cereces

y dejáronme la rama.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

¿Que Me Pasa Doctor ?

La defensa de la sanidad pública no es solo un problema de los profesionales sanitarios sino de toda la ciudadanía, dado que la privatización de este servicio público solo tendría como consecuencia la perdida de la calidad de la sanidad y mayor coste para los usuarios de la misma. El objetivo de la Comunidad de Madrid no es otro que entregar a las grandes compañías privadas de la sanidad, la gestión de este servicio público. Empresas controladas por fondos de inversiones para las que el único fin es el beneficio fácil sin importarles la calidad del servicio o los posibles copagos por los servicios médicos.

                                                     ¿ QUE   ME  PASA    DOCTOR? 

------- (paciente).....Tengo   un  dolor  aqui......

------- (doctor) ....... Donde..

------- (paciente)...... Aqui  en  el  bolsillo...

------- (doctor).........¿En  el  bolsillo?,   no  sera   en la  cadera?....

------- (paciente)......  No   señor  doctor,  se donde  me duele,  y  me  duele  AQUI   EN  EL  BOLSILLO.

                           ¡¿¿¿¡  Como   puede   continuar   esta   histora ???!

Mensajes   aqui   o   vsantossantos@yahoo.com


Hoy decenas de miles de trabajadores de la sanidad pública madrileña y ciudadanos madrileños se han manifestado en defensa de la sanidad pública y para evitar su privatización.
La manifestación ha sido el colofón de dos jornadas de huelga que por  primera vez ha sido convocadas de manera unitaria por los seis sindicatos representados en la Mesa Sectorial de la Sanidad Madrileña. Los próximos 4 y 5 de diciembre se desarrollaran dos nuevas jornadas de huelga en el sector sanitario.
Los profesionales sanitarios han dado una muestra de gran responsabilidad al secundar masivamente las movilizaciones convocadas, huelgas y manifestación, en defensa no solo del mantenimiento del empleo en la sanidad y de las condiciones laborales sino y sobre todo en defensa de la sanidad pública madrileña y en contra de su pretendida privatización por parte del ejecutivo del Partido Popular

  • Privatizar los 6 hospitales que funcionan como empresa pública (Norte, Vallecas, Arganda, Parla, Coslada y Aranjuez) además de la desaparición del Unidad Central de Radiodiagnóstico. Esto afecta a 5.500 profesionales sanitarios de los que tan solo 1.418 son fijos y tienen por tanto garantizado su puesto de trabajo.
  • Se externaliza la gestión del 10% de los centros de salud
  • Se privatiza la Lavandería Central de Mejorada del Campo.
  • El Hospital de La Princesa se transformará en un centro para la patología de las personas mayores, por lo que los servicios se trasladarán a otros centros.
  • El Hospital Carlos III se transforma en hospital de media estancia (tipo Hospital de Guadarrama).
  • El personal estatutario fijo no sanitario del Hospital Puerta de Hierro se trasladará a otros centros sanitarios, rompiendo el acuerdo firmada con las organizaciones sindicales.
  • Se concentrarán los laboratorios en 4 hospitales 12 de Octubre, Puerta de Hierro, La Paz y un cuarto por decidir.



lunes, 26 de noviembre de 2012

POETICOS

REFLEXIONES    APARTE     DE    POESIAS     POSIBLES
                                             ¿PARA QUÉ SIRVE HOY LA POESÍA?

El dolor está en nuestra vida cotidiana, en el sufrimiento escondido, en la renuncia que hacemos y culpamos al amor por la derrota de nuestros sueños.
Paulo Coelho

La crítica constructiva sólo es tal si está precedida por un elogio sincero y seguida por una orientación clara y precisa de cómo el criticado puede mejorar su trabajo.
Toda crítica que no responda a lo anterior, tan sólo servirá para sembrar el desánimo que fomenta la apatía y destruye los sueños; en el mejor de los casos, porque en el peor de los casos, tan sólo servirá para que el criticado se ponga a la defensiva, armando sus ejércitos para el contraataque ¡Y CON TODO DERECHO!
He dicho!!!!!!!!!!!!!!!!
P.D.:
Todo el mundo tiene algo elogiable, es nuestro deber y obligación buscar lo elogiable en cada quién si queremos criticar, y luego es también nuestro deber y obligación darle al criticado herramientas para resolver sus problemas, si queremos evitar esas obligaciones debemos negarnos el derecho a criticar


Papá Petróleo

Es el petróleo una gran bendición
que genera en el mundo tamaña admiración
por ingentes riquezas que su estirpe produce
para todos los pueblos del planeta impotente.

Y es este pueblo caribeño y tropical
quien tuvo la fortuna de su enorme caudal
Los hermanos del mundo están felices, contentos
por los bienes que damos a los cuatro vientos.

Lo hermanos del orbe felicitan al pueblo
que asegura abundancia, felicidad y gloria:
Abundancia de leche en Argentina
Abundancia de asfalto en Nicaragua
Abundancia de helicópteros en Bolivia
Abundancia de empleo en Brasil y en Colombia
Abundancia de inversiones para China y para Iran
Abundancia de luz para la noble Cuba
Abundancia de todo para todo el planeta

¿Y nosotros?

Nosotros…bien gracias
Con nuestros hospitales cayéndose a pedazos
Con nuestras carreteras destruidas por desgaste
Con nuestros oleoductos corroídos por el tiempo
Con nuestros alimentos vencidos y mugrientos
Con nuestras aguas contaminadas
Con nuestros aires polucionados
Y con el hampa a moño suelto
secuestrando y masacrando poblaciones
y diezmando impunemente juventudes.

Nosotros 
con nuestros niños pasando hambre
con la justicia enceguecida ante el poder
y  las cárceles que implotan estallidos de dolor
los liceos desprendiendo sus sarmientos de la flor
y autopistas que cercenan conductores
y malandros que cercenan pasajeros
y los pacos que cercenan transeúntes…

¿Y nosotros?

Nada importa el desangre progresivo de esta Patria agonizante
si los líderes del mundo cierran ojos y festejan
esta venta de conciencias y de almas al nefasto áureo negro…

Oro negro:
Destituiste al país otrora agrario
del café, del cacao, del tabaco y del banano
para hacernos los esclavos de un planeta sin vergüenza
¿por los siglos de los siglos?

Petróleo que no se come
Petróleo que contamina
Petróleo que irreverente nos asesina
a voz viva y en secreto.
Petróleo que nos mantiene
siervos tristes de codicias extranjeras…

Un grito ya reverbera
se hace eco y se repite
desde el barrio hasta el conuco
desde Maicao hasta Guiria
desde la selva hasta la mar
grito de sangre y de hastío
de un pueblo que ya no duerme.

Nosotros 
los hijos del petróleo;
por los ecos ecocidas que destrozan nuestros suelos,
anunciamos con silencios desmedidos
la proclama de la boca amordazada

Nosotros, 
los hijos del petróleo
proclamamos:

¡MALDITO SEAS POR SIEMPRE PAPÁ!



La patria
Patria roja…roja rojita
ensangrentada hasta los cabellos
Patria excluyente y exclusiva y elitesca
Patria de unos pocos afortunados
Patria que insulta y ofende y denigra
Patria sin escuálidos, majunches ni cochinos
Patria de “patriotas” y de apátridas


Solamente pasaba diez minutos con el amor de su vida, y miles de horas pensando en él.
Paulo Coelho
Ya perdoné errores casi imperdonables. 
Trate de sustituir personas insustituibles, 
de olvidar personas inolvidables.

Ya hice cosas por impulso.

Ya me decepcioné con algunas personas , 
mas también yo decepcioné a alguien

Ya abracé para proteger . 
Ya me reí cuando no podía . 
Ya hice amigos eternos. 
Ya amé y fui amado pero también fui rechazado.
Ya fui amado y no supe amar.

Los audaces impulsores de una esforzada revista literaria me ofrecieron cierta vez --más que generosamente-- la oportunidad de ocupar su sección “El oficio de poeta”, cuyo título siempre resultó para mí directamente estremecedor, y por más de una razón. Escrito originalmente en noviembre de 1934, Il mestiere di poeta fue uno de los dos textos en prosa agregados como apéndice por Cesare Pavese a la edición definitiva de su primer libro de poemas: Lavorare stanca (cuyo lanzamiento había sido de 1936, por Solaria, con aprobación previa de Elio Vittorini), que iba a ser publicada por Giulio Einaudi Editore en octubre de 1943.

LA   FIGURA  DEL   ESCRITOR:

Esa doble figura, la de aquel escritor y la de ese texto --casi me atrevería a decir la de ese título, porque lo de El oficio de poeta vino a convertirse con el tiempo en algo así como una metáfora-paradigma--, están raigalmente ligados a mi propia vida. Y no sólo por las resplandecientes consecuencias que, para mi formación, tuvo su descubrimiento en mi primera adolescencia.  Sino también porque fue precisamente ése uno de los textos, y precisamente ese mismo título el elegido para el conjunto, cuando con Hugo Gola seleccionamos y vertimos al castellano (lo que constituye además el comienzo de mi no escasa tarea de traductor) una antología de ensayos de Cesare Pavese que Nueva Visión publicara en septiembre de 1957. Con tanto éxito que tuvo que reeditarla en varias ocasiones sucesivas. Y con tanta repercusión que, inclusive hace no poco tiempo, al publicarse ya en dominio español las obras de Pavese, se siguió utilizando como título de uno de sus libros al de aquel viejo texto. Que, como vimos, en realidad es sólo uno de sus primeros ensayos.
¿Cómo colocarme ahora, entonces, tantos años después, de algún modo bajo esta misma leyenda memorable, y pretender que puedo hablar --como si fuera fácil, como si me fuera fácil-- de cuál es la situación actual de la poesía? ¿Cómo hablar, hoy, en apariencia despreocupadamente, de algo que está tan bella, tan trágicamente unido a mi destino?¿Y justamente bajo el emblema de la llaga siempre abierta?



                 La antipoesía en la encrucijada de la poesía de la comunicación


Tras las vanguardias clásicas, la poesía en Hispanoamérica asumirá con timidez los mejores logros de aquellas muestras poéticas. Sin embargo, los sucesos históricos y sociales acontecidos en el orbe occidental provocaron que la poesía se volcase en la introspección de contenidos que se fraccionaron en poéticas que asumían de forma radical lo humano y lo social. La poesía se ensimisma, pero no se abstrae, se vuelve solidaria, comprometida con el hombre.
En esta misma línea, predominante a lo largo de dos décadas, un nutrido grupo de poetas hispanoamericanos se propondrán, a partir de los años cincuenta, la creación de una poética que participe plenamente de las situaciones reales en un afán de subvertir los valores ya dados y, asimismo, reivindicar otros más acordes con la realidad. La mayor parte de los poetas buscarán, por primera vez de forma explícita, una plena comunicación con el lector en un intento de aludirlo y no eludirlo, como tantas veces ha ocurrido en la historia de la poesía.