jueves, 30 de agosto de 2012

Mesopotamia: Asirios, Sumerios y Babilonios


EN   ((  LITERATURA   VIVA  ))    SE OFRECE   UN  ARTICULO   MUY AMPLIO   SOBRE  LITERATURA   DE  ORIENTE  MEDIO.

Oriente medio es un arma de doble filo por varios motivos. el primero y excluyente por sobre los demas es debido a los nuevos descubrimientos que van surgiendo dia tras dia, lo que nos impide poder definir una linea final


Sargón II

Biografía de Sargón II

...de esas civilizaciones. libro de isaias de esa forma, aparte de la corona de asiria, obtiene la corona de babilonia, siendo declarado rey de ese pueblo al ano siguiente (709 a.c.). este hecho es clave para comprender el porque de la importancia
 
herodoto

Introducción a los pueblos de la Estepa póntica

...de los pueblos que veremos en una serie de post seran los tauricos, los escitas, los androfagos, los melanclenos, los budinos, los neuros, los sauromatas y los agatirsos. quiza se me olvide alguno en este momento, pero son los principales.
 
Pieza de Karkemish, en el Museo de Anatolia

Batalla de Karkemish

...historia la escriben los vencedores". pieza de karkemish, en el museo de anatolia esto sucede con la civilizacion asiria pues todas sus victorias las conocemos, pero sobre derrotas, sabemos muy pocas. pero entre las derrotas si sabemos una, la famosa batalla de..................
 
 

jueves, 16 de agosto de 2012

Y NOS DIERON LENGUA

       CASTELLANA

La acentuación del español sigue patrones en parte predecibles y emplea el acento ortográfico en la escritura cuando estos no se cumplen. La acentuación gráfica está establecida actualmente por la Ortografía de la lengua española (2010) de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española.
El acento prosódico es la mayor fuerza con que se pronuncia una sílaba (sílaba tónica) de una palabra polisílaba cualquiera (de forma aislada) y de una monosílaba (si se encuentra dentro de su contexto). Este tipo de acento se encuentra en todas las palabras polisílabas y puede servir para diferenciar palabras según la sílaba sobre la que se encuentre: público (esdrújula),  publico  (grave) y publicó (aguda).
El acento gráfico o tilde, en cambio, no se utiliza siempre y sirve para marcar dicha sílaba en determinados casos que no se rigen por las reglas generales.
Las letras mayúsculas están sujetas a las normas de acentuación gráfica y deben recibir la tilde cuando corresponda.

                                                                                                   

Reglas generales de acentuación,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,

Según la posición de la sílaba tónica dentro de la palabra, se distinguen cuatro posibilidades de acentuación. Lo natural es que las palabras del castellano se acentúen en la última o penúltima sílabas de acuerdo a su terminación y por ello las reglas de uso del acento gráfico o tilde están establecidas para aquellas palabras que no cumplen con esto.

Palabra aguda u oxítona

Es aquella palabra en la que la acentuación fonética recae en la última sílaba. El porcentaje de palabras agudas en el léxico castellano es inferior solamente al de las palabras graves, que son la mayoría. Lo normal es que las palabras terminadas en consonante, excepto n o s sean agudas, por lo tanto, llevan acento ortográfico las palabras agudas que terminan en -n, en -s o vocal (salvo que la -s esté precedida por otra consonante en -ns). Ejemplos: esmeril, sofá, camión, además, "compás".

Palabra grave, llana o paroxítona

Es aquella palabra en la que la acentuación fonética recae en la penúltima sílaba. La mayor parte del léxico castellano está compuesto por palabras llanas y éstas en su mayoría terminan en -n,-s o en vocal, tales como hombre, caminas o suben. El acento ortográfico lo llevan las palabras llanas que terminen en una consonante distinta de las anteriores, como Bolívar, débil o cárdex. También se acentúan cuando terminan en -s precedida de otra consonante, como bíceps.

Palabra esdrújula o proparoxítona

Es aquella palabra en la que la acentuación fonética recae en la antepenúltima sílaba. En castellano todas las palabras esdrújulas son excepcionales y por eso siempre llevan tilde (acento ortográfico) en la vocal donde recae la acentuación. Algunos ejemplos de palabra esdrújula son: teléfono, árboles, esdrújula.

Palabras sobresdrújulas

Es aquella palabra en la que la acentuación fonética recae en la trasantepenúltima sílaba. Las palabras sobreesdrújulas llevan tilde (acento ortográfico). No obstante, en el caso de adverbioscreados a partir de adjetivo con el sufijo -mente, solo se acentuarán en el caso de que el adjetivo lleve la tilde por sí solo.[1]. Por ejemplo, la palabra fríamente lleva tilde puesto que el adjetivo del que está formada (frío) también la lleva, sin embargo efectivamente no la lleva ya que tampoco la tiene efectivo. por ejemplo déjeselo, repítemelo, cómanselo y recomiéndasela.

Formación

§  Añadiendo pronombres enclíticos al verbo, generalmente en modo imperativo: dígaselo, cuéntamelo, corríjaselo, prepáreselo, etc.
§  Añadiendo el sufijo -mente a un adjetivo que llevaba tilde antes de la composición, con lo que se genera un adverbio de modo. En este caso, se acentúan solo cuando a la forma original le corresponde llevar tilde sin el sufijo. Por ejemplo: fácilmente, difícilmente, esporádicamente, etc.
Las palabras que acaban en y, y se pronuncian como i, no son consideradas un diptongo.

Casos especiales

Nombres recomendados de las letras del alfabeto

La nueva ortografía no pretende interferir en la libertad de cada hablante de seguir utilizando el nombre al que esté habituado.
§  La letra b se llamará be. Sin embargo no se consideran incorrectos los nombres be alta, be grande o be larga.
§  El dígrafo ch (que son dos letras o grafemas que representan un solo fonema) no está incluido en los diccionarios desde la ortografía de 1999. La ch se ha eliminado del inventario de letras del abecedario, pero no ha desaparecido del sistema gráfico del idioma español. Este signo doble seguirá utilizándose como hasta ahora en la escritura de las palabras españolas, en representación del fonema /ch/, como en «chico» /chíko/. La novedad consiste, simplemente, en que deja de contarse entre las letras del abecedario (después de la c no seguirá la ch sino lad).
§  La letra i se llamará i. No se considera incorrecto el nombre i latina, que se usa para distinguirla de la letra y cuando para esta última se emplea la denominación tradicional de i griega.
§  El dígrafo ll (que son dos letras o grafemas que representan un solo fonema) no está incluido en los diccionarios desde la ortografía de 1999. La ll se ha eliminado del inventario de letras del abecedario, pero no ha desaparecido del sistema gráfico del idioma español. Este signo doble seguirá utilizándose como hasta ahora en la escritura de las palabras españolas, en representación del fonema /ll/ o ―para hablantes yeístas―, del fonema /y/ o /i/, como en «calle» /kálie/ (España), /káie/ (América) o /káye/ (Río de la Plata). La novedad consiste, simplemente, en que deja de contarse entre las letras del abecedario.
§  La letra r se llamará erre. Se considera incorrecto el nombre ere para la r y se desecha definitivamente.
§  La letra v se llamará uve. No se consideran incorrectos los nombres ve baja, ve chica, ve chiquita, ve corta o ve pequeña.
§  La letra w se llamará uve doble. No se consideran incorrectos los nombres doble uve, doble u, doble ve, u doble, ve doble.
§  La letra y se llamará ye, que puede pronunciarse /ie/ o bien /ye/ (especialmente en Argentina y Uruguay). No se prohíbe el nombre y griega, pronunciado /i griéga/.
§  La z se llamará zeta. Se consideran incorrectos los nombres ceta, ceda y zeda y se desechan definitivamente.

Prefijos

Aunque tradicionalmente los prefijos ya se escribían unidos a la palabra base por coherencia con el sistema ortográfico de la lengua española e incluso su propia manera de entender la lingüística, la ASALE no ofrecía normas concretas y oficiales para su escritura, lo que cambió en 2010 con la publicación de la Ortografía de la lengua española, ya que recopila, expone y explica la norma culta al respecto e incluye algunas modificaciones.
Cuando la palabra base del prefijo es una sola palabra, el prefijo deberá soldarse a ella:
antiadherente
antirrobo
antitabaco
cuasiautomático
cuasidelito
exalcohólico
exjefe
exministro
exnovio
expresidente
posmoderno
posmórtem
posventa
precontrato
prepago
proamnistía
probritánico
provida
superaburrido
superbién
supermodelo
vicealcalde
vicesecretario
No importa si la palabra base lleva detrás un complemento o adjetivo:
exjugador canalla
exnovio despechado
expresidente brasileño.
El prefijo no se debe unir con guion a la palabra base, ni se debe separar de la palabra base mediante un espacio en blanco:
no "anti-mafia" ni "anti mafia" sino "antimafia"
no "anti-cancerígeno" ni "anti cancerígeno" sino "anticancerígeno".
Si una palabra está formada por varios prefijos que se han soldado a la palabra base, estos deben escribirse igualmente soldados, sin guion intermedio:
antiposmodernista
requetesuperguapo.
En cambio cuando la palabra base comienza por mayúscula (ya sea porque es una sigla o a un nombre propio), el prefijo deberá unirse a ella mediante un guion:
anti-ALCA
mini-USB
pos-Gorbachov
pro-Castro.
En estos casos el guion sirve para evitar la anomalía que supone que aparezca una minúscula seguida de una mayúscula en posición interior de palabra.
También es necesario emplear el guion cuando la base es un número, con el fin de separar la secuencia de letras de la de cifras:
sub-21
super-8.
Cuando la base está constituida por varias palabras, el prefijo deberá escribirse separado:
anti Benedicto XVI
anti pena capital
ex cabeza rapada (ya que las dos palabras forman un término pluriverbal).
ex número uno
ex primera dama
pero no "ex presidente brasileño" sino "expresidente brasileño".
ex relaciones públicas
ex teniente de alcalde
pre Segunda Guerra Mundial
pro derechos humanos
pro Fidel Castro (pero pro-Fidel, pro-Castro o procastrista).
súper en forma
vice primera ministra

Otras reglas

§  La eliminación de las tildes en las palabras monosílabas que se consideran diptongos ortográficos. Esta regla se aplica solo en la escritura, no en la pronunciación (mientras que en la mayor parte de España son pronunciadas como palabras bisílabas, en zonas de Hispanoamérica se pronuncian como monosílabas). Esto ocurre, por ejemplo, con las palabras guion, truhan, ion... siendo incorrectas las formas guión, truhán, ión...
§  La letra q en préstamos y topónimos mayores se adapta a la ortografía española:
Iraq o Irak --> hoy solamente: Irak
Qatar --> Catar.
quórum --> cuórum
quark --> cuark
Nota: La q solo aparecerá en las cadenas que y qui o en extranjerismos y latinismos, que, en cambio, se escribirán en cursiva y sin tilde (el quorum, el statu quo).
§  La conjunción «o» no debe llevar tilde nunca, ni siquiera cuando se escriba entre números (esto elimina una recomendación anterior al respecto). Por ejemplo:
Escriba los signos + o – en la casilla correspondiente.
Terminaré dentro de 3 o 4 días.


Existen diversos casos que no se ajustan a las reglas generales:

Monosílabas

Por regla general, las palabras monosílabas no se acentúan nunca. La única excepción es el caso en el que lleven tilde diacrítica.
No se acentúan por tanto las siguientes palabras monosílabas que lo harían por la norma de las agudas:
a / as / bien / bis / Blas / buen / can / cien / cio / clan / clon / con / El / crin / crio / da / dais / dan / das /deis / den / des / di / dio / dios / do / don / dos / e / en / es / fa / fan / fe / fes / fiais / fieis / fin / fio / flan / fue / fui / gas / gran / gres / gris / gua / guiais / guieis / guio / guion / ha / han / has / he / hui / huir / huis / id / ion / Juan /ley/ la / las / le / les / liais / lieis / lio / lo / los / Luis / me / mes / mies / mis / mus / ni / non / nos / o / os / pan / pez / piais / pieis / pie / pies / pio / pis / plan / plus / pon / pues / pus / ras / re / res / riais / rio / ron / ruin / san / seis / sien / sin / so / sois / son / su / sus / tan / ten / ti / tras / tren / tres / tul / tus / u / un / vais / va / van / vas / ve / veis / ven / ves / vi / vio / vos / ya / yo /...

Diptongos

Un diptongo es un conjunto de dos vocales que se escriben juntas y se pronuncian en una misma sílaba.
Las palabras con diptongo llevan tilde solo si se encuentran dentro de alguno de los casos de las reglas generales. Dentro del diptongo, en el caso de llevarla, la tilde se coloca:
§  Vocal abierta (a, e, o) + vocal cerrada (i, u): siempre se coloca sobre la vocal abierta (por ser la tónica), indistintamente si es abierta + cerrada o cerrada + abierta (diptongo decreciente y creciente respectivamente): información, náutico.
§  Vocal cerrada + vocal cerrada: la tilde siempre irá sobre la segunda vocal: interviú, incluso si la vocal tónica es la primera. En algunas palabras estas combinaciones vocálicas pueden pronunciarse como hiatos (por ejemplo fluir puede pronunciarse con diptongo fluir o con hiato flu -ir), sin embargo a efectos de acentuación gráfica se consideran siempre diptongos.

Triptongos

Un triptongo es un conjunto de tres vocales que se escriben juntas y se pronuncian en una misma sílaba. Al igual que los diptongos, los triptongos solo se acentúan si las reglas generales lo indican. En ese caso, la tilde se coloca siempre en la vocal abierta (a, e, o): averigüéis.

Hiatos

Forman dos vocales que se escriben juntas pero que pertenecen a sílabas distintas. Los hiatos se acentúan según el tipo de vocales en contacto, al igual que con los diptongos:
§  Vocal abierta + vocal abierta: Este tipo de hiato se rige por las reglas generales: caótico, zoólogo.
§  Vocal abierta + vocal cerrada: Siempre se acentúan, independientemente de lo que exijan las reglas generales, sobre la vocal cerrada (por ser la tónica): país, día. Este es un tipo de acentuación especial llamada dierética.

Tilde diacrítica

La tilde diacrítica distingue algunas palabras con diferentes categorías gramaticales pero que se escriben igual (homógrafos).
Ejemplos:
§  Para diferenciar entre un artículo y pronombre:
§  El perro
§  El perro lo tiene él
§  Para diferenciar entre significados:
§  Ya se lo he dicho
§  Ya lo  (primera persona del presente del verbo saber)
§  Para diferenciar entre enunciativas e interrogativas/exclamativas:
§  ¿Cómo lo has hecho?
§  Lo he hecho como me dijiste
él = pronombre personal = él llegó primero
el
 = artículo = el premio será para ti

 = pronombre personal =  tendrás futuro
tu
 = adjetivo posesivo = tu futuro no está escrito

 = pronombre personal = a  me importas mucho
mi
 = adjetivo posesivo = mi novia es la más guapa

 = imperativo del verbo ser / presente de indicativo del verbo saber =  tú misma en todo momento, aunque  que a veces te costará
se
 = pronombre = se puede ser como te digo

 = adverbio / pronombre = sí, puede ser, —se dijo para sí—
si
 = condicional = si tú lo dices, así será

 = presente de subjuntivo del verbo dar = que nos  su opinión de eso
de
 = preposición = llegó el hijo de mi vecina

 = planta herbácea para infusiones = tomaremos un 
te
 = pronombre = te dije que te ayudaría

más
 = adverbio de cantidad = todos queremos más
mas
 = (cuando es sinónimo de "pero") = volveremos, mas no sé cuándo

aún
 = (cuando es sinónimo de "todavía") = aún no ha venido a casa
aun
 = (cuando es sinónimo de "incluso") = aun sin tu permiso, iré a verte
o/ó. La nueva Ortografía de la RAE, publicada el 17 de diciembre de 2010, indica que la conjunción o en ningún caso debe tildarse. Por tanto, debe escribirse 1 o 3, 52 o 26, por ejemplo.
por qué = interrogativo o exclamativo = ¿por qué no te callas? / ¡por qué te haré caso!
porque= "da razón de algo" = "por causa de que..." =
 porque te vi llorar
porqué
 = sustantivo = "el motivo" = no sabemos el porqué de algunas cosas

por que
 = cuando el que es relativo = Las calles por que (=por las que) vienes son peligrosas
qué
 = pronombre interrogativo o exclamativo = ¿qué quieres? ¡qué grande eres!
cuál
 = pronombre interrogativo o exclamativo = ¿cuál escoges?
quién
 = pronombre interrogativo o exclamativo = ¿quién llama?
cuánto
 = pronombre interrogativo o exclamativo = cuánto has crecido
cuándo
 = pronombre interrogativo o exclamativo = ¿cuándo vienes?
cómo
 = pronombre interrogativo o exclamativo = ¿cómo lo haces?
dónde
 = pronombre interrogativo o exclamativo = no sé dónde vives
cuán
 = adverbio de modo exclamativo = ¡cuán gritan esos ruidosos!

Palabras donde se puede prescindir de la tilde diacrítica

§  este, esta, estos, estas, ese, esa, esos, esas, aquel, aquella, aquellos, aquellas. Estas palabras pueden funcionar como determinante demostrativo (antes llamado adjetivo demostrativo) o como pronombre demostrativo. Antiguamente se acentuaban cuando tenían función de pronombre. Obsérvese que esto, eso, aquello, que solo pueden ser pronombres, nunca se han acentuado.
§  solo. Puede funcionar como adjetivo o como adverbio. Antiguamente se acentuaba cuando tenía función de adverbio, equivalente a solamente. Ejemplos:
§  A Tomás le gusta estar solo. (adjetivo)
§  Solo tomaremos fruta. (adverbio)
Hasta la publicación de la Ortografía de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española de 2010 se tomaba en cuenta, para distinguirla con tilde diacrítica, la ambigüedad en estas palabras. A partir de su publicación ya no se toma en consideración la posible ambigüedad. Todos los demostrativos y el término «solo», pueden escribirse sin tilde. Textualmente se señala:
... ya que tanto el adjetivo solo como los determinantes demostrativos son palabras tónicas, lo mismo que el adverbio solo y los pronombres demostrativos, a partir de ahora se podrá prescindir de la tilde en estas formas incluso en casos de doble interpretación.
Ortografía, 2010, pág. 269.

Palabras que terminan en dos consonantes

En estos casos habría que diferenciar las palabras agudas de las graves:
En el caso de las agudas, estas no deben llevar tilde si tienen una doble consonante. Ejemplos:
Isbert, robots, tictacs.3
En el caso de las graves que tengan dos consonantes, deberán llevar tilde aunque terminen en -s. Ejemplos:
Bíceps, fénix /ks/, cómics.

Ortografía ideal: Tratado de reforma ortográfica de la lengua castellana y de fonografía comparada

El Tratado de reforma ortográfica de la Lengua Castellana y de fonografía comparada es un tratado de ortografía escrito por José P. Gómez y publicado en 1914. En él se propone una reforma ortográfica del español y de otras lenguas, entre las que están el inglés y el francés, basándose en la ortografía del español reformada en la misma obra por él.
En esta obra se crea novedad con respecto a otros reformadores de la ortografía en la propuesta de escribir una tilde o virgulilla sobre la l y la r para representar los dígrafos ll y rr (, ), como ya se hace con la letra ñ (originariamente la tilde servía como signo de abreviatura, pudiéndose escribir como nn).
§  Se suprimen los digrafos y letras: ch, ll, rr, h muda y q.
§  Se escribe siempre c con sonido duro ante las cinco vocales; las silabas ce, ci con el valor de z, se escribirán con esta última letra.
§  Se escribe siempre g con sonido débil ante las cinco vocales, las sílabas ge, gi con el valor de j se escribirán con esta última.
§  Se suprime la d final de los sustantivos.
§  La sílaba ex ante consonante queda convertida en es.
§  La letra h sustituye al dígrafo ch.
§  Los dígrafos ll y la rr se escribirán:  y .
§  La y vocal se escribirá i, por lo que la y será siempre consonante.
§  El acento se empleará tan solo en su valor tónico, suprimiéndose la tilde gramatical.


Acentuación de las palabras compuestas

Uno de los problemas en el buen uso de la tilde lo presentan las palabras compuestas. Por lo general, solo lleva tilde la última palabra del compuesto si lo exige la norma. La primera palabra, sin embargo, la pierde al unirse a la segunda, pues al formarse una nueva palabra ésta debe obedecer a la norma que rige su uso: décimo + séptimo = decimoséptimo. Si la primera palabra, no obstante, va separada de la siguiente por un guion, la tilde se conserva como si de dos palabras simples se tratase: físico-química. Los adjetivos que se unen al adverbio -mente conservan asimismo la tilde: rápidamente, y también las formas verbales a las que se les añade un pronombre: reírse. En el caso de que tal forma verbal se convierta en esdrújula al unirse al pronombre, deberá necesariamente acentuarse: bebe > bébetelo.

Las Naciones Unidas celebran el Día de la lengua española. El objetivo es promocionar y apoyar aquellas iniciativas que promuevan el plurilingüismo y multiculturalismo así como crear conciencia entre los funcionarios, de la historia, la cultura, el desarrollo y el uso del español como lengua oficial. La decisión de celebrar los Días de las lenguas fue aprobada por el Departamento de Información Pública de las Naciones Unidas en la víspera del Día Internacional de la Lengua Materna, celebrado anualmente el 21 de febrero por iniciativa de la UNESCO. Esta es una oportunidad para poner de relieve la importancia de la lengua española dentro de la organización para la consecución de sus objetivos y la difusión de su labor a un público más amplio. "El idioma llega a ser para nosotros como un licor que paladeamos, y del cual no podemos ya prescindir. Prescindir en el ensayo, en la busca de todos sus escondrijos, de todas sus posibilidades, de todas sus puridades. Ya somos, con tanto beber de este licor, beodos del idioma.
- Azorín -"
El español estándar es la forma artificialmente elaborada (o forma estándar) por los organismos competentes (Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española), con carácter normativo, a partir del diasistema del español. Como en toda lengua estándar la estandarización sólo puede alcanzar ciertos aspectos del lenguaje, particularmente la fonología, elléxico, el códice y un buen número de prescripciones de gramática (quedando otros aspectos de la prosodia, la pragmática y ciertas sutilezas de la sintaxis fuera de la codificación


Contra la impresión habitual de que el español estándar es simplemente la "ausencia de modismos", es decir, una especie de núcleo común a todos los dialectos, podríamos denominarlo "supradialectal", en realidad es un lecto diferenciado por derecho propio, en el que se encuentran numerosas formas ausentes en otras variedades lingüísticas; por ejemplo, ciertos tiempos verbales —como el pretérito anterior— que virtualmente han desaparecido de la mayoría de variantes de español.
De todos modos, debemos descartar el dialecto como forma peyorativa, puesto que todos y cada uno hablamos uno distinto. La dificultad para percibir la distinción se debe en parte a la fuerte tradición prescriptiva centralizada de la Real Academia Española de la lengua —cuya normativa en materia sobre todo de gramática y estilo ha dominado históricamente la lengua escrita, jurídica y académica—, pero también al hecho de que el español estándar no sea un dialecto acotado geográficamente a una determinada región, sino una modalidad elaborada artificialmente, que muchos hablantes emplean más o menos regularmente, a la par con su geolecto o sociolecto propios, en situaciones formales o en la lengua escrita. El dominio del español estándar es con frecuencia un requisito socialmente importante para desempeñar correctamente algunas profesiones o actividades prestigiosas, como las profesiones liberales, la docencia o la comunicaciónmediática.

Español estándar y español neutro

No debe confundirse el español estándar (o español estándar normativo) con el español neutro. Este último término se refiere al modelo de lengua propio de ciertos medios de comunicación y entretenimiento (agencias internacionales de prensa, estudios de doblaje, productoras de telenovelas...) que operan en un área geolectal amplia y, que para ello, seleccionan y utilizan con preferencia aquellas formas léxico-semánticas y morfosintáticas más extendidas en todo ese territorio, así como modelos de dicción (estándares de pronunciación) elaborados, que buscan eliminar la identificación territorial. El español neutro es, como el español estándar, una modalidad elaborada a partir del diasistema del español. La diferencia es que en el neutro es una variedad deslocalizada, mientras que el estándar normativo presenta elementos geográficamente bien localizables.
Debido a que algunos son conscientes de que un español neutral para todos los hispanohablantes es imposible, se han establecido cuatro españoles estandarizados, en algunas traducciones y, más recientemente, en doblajes, por algunas compañías del sector: el ibérico (o europeo), para España; el mexicano para México, Estados Unidos, Canadá, y América Central; el rioplatensepara Argentina, Paraguay y Uruguay; y otro para el resto de los países de Hispanoamérica. El español ibérico estándar no es considerado como norma en América Latina, pues es en el que más se acentúan las diferencias entre los otros tres estándares.
Por ello, un español entendible por todos los hispanoparlantes se suele restringir al habla culta, pues usando lenguaje cotidiano o vulgar puede llevar a muchas confusiones, incluso, una misma palabra significar dos cosas completamente distintas según el país.

Orígenes

Históricamente, las formas estandarizadas de español estuvieron ligadas al dialecto castellano, fijado en su momento en la corte de Alfonso VI, que a cualquier otra de las variedades de la lengua. Esta preferencia sociolingüística se remonta a la organización política subsecuente a la Reconquista, en que el reino de Castilla fue la fuerza central del movimiento político que condujo a la formación de la España moderna. El origen de los miembros de la nobleza cortesana estuvo en la base de la primera estandarización de la lengua, la gramática publicada a fines del siglo XVpor Antonio de Nebrija. El empleo de ésta en la enseñanza de la lengua en las colonias americanas mantuvo el carácter prestigioso del dialecto de Castilla— aunque, al ser la modalidad lingüística andaluza la más extendida entre los colonizadores,1 el español del Nuevo Mundo adoptó rápidamente muchos fenómenos propios de ésta. Sin embargo, actualmente el peso demográfico del español de Castilla y su importancia en el español general es mucho menor, por lo que no debe asociarse el español estándar moderno con las variantes castellanas de Español.

Actualidad

La cuestión de la lengua estándar cobró una nueva validez con la difusión de los medios de comunicación de masas, al hacer por primera vez inmediatamente accesible a los hablantes nativos de distintos dialectos emisiones televisivas, radiales y —más recientemente— material electrónico procedente de regiones en las que se emplea una variedad distinta. El menor peso de la forma estándar en la lengua oral había hecho de ésta una cuestión marginal en otra época, un tema importante de debate.
La perdurable influencia del centralismo lingüístico ha llevado a algunos autores a afirmar que el problema no existe, y que basta con remitirse a la lengua culta. Gastón Carrillo Herrera, por ejemplo, repetía la doctrina de Menéndez Pidal al afirmar que
[p]uede que alguno o varios de estos medios de comunicación, en un momento dado, signifiquen motivo de preocupación por el empleo de las formas populares o vulgares. (...) [L]as necesidades sociales y las obligaciones culturales (...) exigen de su personal una mayor cultura, en la que está comprendida una elevación del habla a las formas estimadas cultas. Por lo tanto ellos, serán también, cada vez con mayor claridad, fuerzas poderosas que impulsen la elevación del idioma y su unificación.
Sin embargo, en el ámbito oral la cuestión ha resultado problemática desde al menos la década de 1950, cuando las exigencias comerciales impuestas a los estudios de doblaje vecinos aEstados Unidos incluían la elaboración de un español cuyo acento y sus características léxico-gramaticales no fuesen reconocibles como propios de algún país. Tal empresa se reveló rápidamente como quimérica: si bien la forma lingüística podía en ocasiones aproximarse a una forma inteligible universalmente, con ello se impedía a la vez que los tonos familiares, íntimos o cotidianos se transmitiesen. Varios autores han señalado el efecto de irrealidad o distanciamiento provocado por esa fórmula. Sin embargo, su uso duradero ha producido eventualmente un cierto grado de familiarización con esa fonética abstracta a lo largo de Latinoamérica; los doblajes para el mercado español, en cambio, se realizan invariablemente en España, empleando variedades de español europeo. Si bien no todas las películas exhibidas en salas españolas han tenido esta característica, como algunas de la factoría Disney (Robin Hood 1973 y muchas anteriores). Esto se debe a que existen modos de doblar o conseguir películas conocidos por la inmensa mayoría de todos los hispanohablantes en el castellano-español; al contrario de lo que ocurre, por ejemplo con el toscano-italiano y las distintas lenguas de Italia.
El I Congreso Internacional de la Lengua Española, realizado en 1997 en Zacatecas (México) dio lugar a bastante controversia al respecto. Algunos autores, como José Antonio Millán, abogaron por la elaboración de un «español común» compuesto por el mínimo denominador compartido por la mayoría de los dialectos; otros, como el director de Radio Exterior de España, Fermín Bocos, rechazaron de plano que existiese tal problema, dando por sentada la preeminencia del español culto frente a «extranjerismos» o «signos híbridos» en la línea más tradicionalista. Finalmente, la postura más mesurada de estudiosos de origen americano, como Lila Petrella, advertía que la elaboración de una lengua neutral sería quizá posible en textos ceñidos estrictamente a la descripción, pero que la variación de los aspectos pragmáticos y semánticos de la lengua entre dialectos hacen imposible la elaboración de una única variedad que tenga valor lingüístico equivalente para todos los hablantes. Cuando existen diferencias en sintaxis —como en el ya mencionado caso del voseo— la imposibilidad de realizar ciertas estructuras de manera neutral es más patente; el uso del «vos» resultará ajeno a los hablante tuteantes, y viceversa.
Debido a que algunos son conscientes de que un español neutral para todos los hispanohablantes es imposible, se han establecido cuatro españoles estandarizados, en algunas traducciones y, más recientemente, en doblajes, por algunas compañías del sector: el ibérico (o europeo), para España; el rioplatense para Argentina, Paraguay y Uruguay; el mexicano para México; y otro para el resto de los países hispanoamericanos incluidas las antillas .
En materia de mercado televisivo, debido a que todos los países Latinoamericanos de habla hispana son considerados como un solo territorio para efectos de distribución de programas de televisión o sindicación, los doblajes son realizados en un español neutro que evita el uso de modismos, acentos y de palabras que tengan alguna significación soez en alguno de los países hispanoamericanos al que llegará el programa doblado. Este español neutro usado en los doblajes utiliza:
§  En la segunda persona plural el 'ustedes' en lugar del 'vosotros' y las conjugaciones verbales de la tercera persona plural (por ejemplo: ¿Cómo están (ustedes)?).
§  El uso del 'tú' o el 'usted' se usa determinado según la relación que exista entre las personas que se comunican, utilizándose el 'usted' en relaciones de mayor respeto.
§  Tiende a una pronunciación homogénea de la s, c y z y la b con la v.
§  Sólo la letra "h" es muda, todas las demás se pronuncian.
§  El sonido palatal "sh", usado en las regiones australes se mantiene la "Ll".
El español neutro latinoamericano antiguamente también era distribuido a España en algunos casos (películas Disney,...), pero en la actualidad ya no sucede.
Curiosamente otro motor de unificación del español nace de las grandes empresas multinacionales al adaptar el texto de sus manuales, software, sitios web, etc., en inglés para producir textos y software destinados al mercado mundial. En esos casos es más práctico producir una versión neutra de español que tratar de crear versiones diferenciadas por país o región; pues si se hace por país habría que producir una veintena, y si se hace por región es difícil definir qué países englobar en la misma región, y también resulta complicado desde el punto de vista de logística. El resultado es normalmente lo que se denomina en el entorno de localización un "español neutral". Una versión que intenta evitar términos que se puedan identificar con países determinados ("ordenador" es un término de España) o fenómenos lingüísticos regionales (el voseo latinoamericano) que se elabora mediante almacenes de datos que prescriben los términos preferidos y los términos vitandos. Es un fenómeno interesante y muy común en el ámbito informático, dado que el resultado abarata mucho los costes o costos de producción, y contribuye indirectamente a la unificación del español.

Colonialismo lingüístico

Si bien algunos dialectos de Castilla conservaron su carácter de modelo canónico en la península hasta nuestros días —dando lugar al curioso fenómeno de que el habla de la capital estatal, Madrid, sea una variedad menos "prestigiosa" que la vallisoletana—, en América rápidamente perdió influencia sobre la lengua coloquial. Aún en los centros administrativos de Lima y México la fonética y la gramática de los dialectos americanos se modificaron de forma perceptible. Muy distinta fue la situación en lo que hace a la lengua escrita, donde debido a diversas causas las diferencias son menores. Entre estas causas se citan con frecuencia las peculiaridades del registro escrito, el predominio académico de las universidades peninsulares, y la centralización del lenguaje administrativo y jurídico en la autoridad metropolitana y el hecho de que la escritura apenas refleja los rasgos subfonémicos que constituyen gran parte de la variación lingüística.
En 1713, con la fundación de la Real Academia Española, la normalización del lenguaje era parte de su explícito propósito de
«fijar las voces y vocablos de la lengua castellana en su mayor propiedad, elegancia y pureza»
A lo largo de ese siglo elaboraría medios de estandarización, con la publicación entre 1726 y 1793 de un Diccionario de la lengua castellana, en que se explica el verdadero sentido de las voces, su naturaleza y calidad, con las frases o motivos de hablar, los proverbios o refranes y otras cosas convenientes del uso de la lengua, en 1741 de una Ortografía de la lengua española y en 1771de una Gramática de la lengua española. La lengua de las colonias sería registrada en diccionarios de "americanismos", sobre todo a partir del siglo XIX.

El colonialismo cultural

En la década de 1880, una situación política nueva y la independencia intelectual de las antiguas colonias llevó a la Real Academia Española a proponer la formación de academias homólogas en ellas. El proyecto contó con alguna oposición entre la intelectualidad local —por ejemplo, en Argentina la de Juan Antonio Argerich, que sospechando un intento de instauración cultural argumentó a favor de una academia autónoma y no de una que constituiría "una sucursal, vasalla del imperialismo español", o la de Juan María Gutiérrez, que rechazó un nombramiento de corresponsal—, pero finalmente fue aceptado, dando lugar eventualmente a la Asociación de Academias de la Lengua Española.
El celo con que estas insistieron en la converzación de una "lengua común" (basada, claro está, en el habla de las clases superiores de la península, y no en la poderosa influencia que las lenguas amerindias y otros idiomas europeos, como el italiano, el portugués o el inglés, habían tenido en los léxicos y las gramáticas americanas) continuó a lo largo del siglo XX. Una carta de1918 dirigida por Ramón Menéndez Pidal a la American Association of Teachers of Spanish, con ocasión de la primera publicación de su revista, sugería:
La enseñanza de la lengua debe tender a dar amplio conocimiento del español literario, considerado como un elevado conjunto; y de un modo accesorio debe explicar las ligeras variantes que se ofrecen en el habla culta en España y en Hispano-América, haciendo ver la unidad esencial de todas dentro del patrón literario (...) en el caso concreto de la enseñanza del español a extranjeros, no creo cabe vacilar en imponer la pronunciación de las regiones castellanas.
Carta de 1918, a la American Association of Teachers of Spanish
La prioridad de la lengua escrita sobre la oral y de la peninsular sobre la americana era la tesis central de este escrito; el "carácter barbárico de las lenguas indígenas americanas" impedía, en su opinión, que éstas hubiesen de ejercer influencia alguna sobre el español de América. La tutela de la Academia haría el resto. Con ello intentaba contrarrestar la previsión efectuada por Andrés Bello en el prólogo a su Gramática de 1847, que temía la profusión de variedades regionales que "inunda y enturbia mucha parte de lo que se escribe en América, y alterando la estructura del idioma, tiende a convertirlo en una multitud de dialectos irregulares, licenciosos, bárbaros"; para esta concepción, indisolublemente lingüística y política, sólo la unidad de la lengua "culta" garantizaría la unidad del mundo hispano. Por el contrario, el filólogo colombiano Rufino José Cuervo —que compartía el diagnóstico de Bello de la eventual fragmentación del español en una pluralidad de idiomas mutuamente ininteligibles, aunque celebrándola— advertía contra el empleo de la lengua escrita para medir la unidad del idioma, considerándola un "velo que encubre el habla local".
Esta problemática fue recogida de manera particularmente oservada en el tratado de 1935 de Amado Alonso, titulado El problema de la lengua en América, y reiterado en 1941, cuando el académico Américo Castro publicó El problema argentino de la lengua. Para los autores de esta corriente, la deriva lingüística respecto de la forma culta castellana era un inequívoco índice de degradación social; Castro manifiesta expresamente que las peculiaridades del español rioplatense, en especial el voseo, son síntoma de "plebeyismo universal", "instinto bajero", "descontento íntimo, encrespamiento del alma al pensar en someterse a cualquier norma medianamente trabajosa". En su diagnóstico, la fuerte identidad de la variedad rioplatense se debe a la aceptación general de las formas populares en desmedro de las cultas, y le preocupa sobre todo la imposibilidad de percibir inmediatamente la clase social del hablante a partir de los rasgos de su habla; la falta de los "frenos e inhibiciones" que las clases superiores deberían representar le parece un inequívoco síntoma de locura social.
El texto de Castro es prototípico de una extendida concepción, que hace de la unidad de la lengua el custodio de la unidad nacional, y de las clases superiores los custodios de la ortodoxia de la misma. Buena parte de la obra de Menéndez Pidal estaría orientada a perseguir ese fin, recomendando el recrudecimiento de la persecución de los usos considerados incorrectos mediante "la enseñanza de la gramática, los estudios doctrinales, los diccionarios, la difusión de buenos modelos, el comentario de los autores clásicos, o bien inconscientemente, mediante el eficaz ejemplo que se difunde en el trato social o en la creación literaria". Esta forma de centralismo clasista —común por lo demás a otros idiomas coloniales, en especial el francés— ha influido duraderamente en el uso y enseñanza de la lengua; sólo recientemente algunas variedades lingüísticas han pasado a formar parte de la enseñanza oficial —como el voseo en Argentina— y de la lengua literaria, para lo cual el naturalismo de mediados de siglo representó un poderoso avance.