viernes, 26 de junio de 2015

MATADOS LOS MENSAJEROS POR FALTA DE DINERO

UNOS  POR LA  CRISIS    Y  OTROS   POR  LA  DESIDIA    COCHINA     Y  MANIPULADORA  DE LOS  POLITICOS  


¿¿  CUANTO   VA  A DURAR    ""MEGA""??

 
La crisis económica, unida a los efectos de la digitalización, ha provocado un efecto devastador en la profesión periodística. Entre 2008 y 2015 han echado el cierre 284 medios, de los cuales 73 corresponden a los 10 primeros meses de este año. Paralelamente, en los mismos años se han destruido 11.151 puestos de trabajo (de los que 4.424 han sido este ejercicio), según los datos recogidos en el informe publicado por la Asociación de la Prensa de Madrid (APM). El cómputo incluye la abrupta clausura de la radiotelevisión autonómica valenciana (RTVV), que hace apenas dos semanas apagó su señal y se llevó por delante una plantilla de 1.680 personas. A estos se unen los 860 empleados de Telemadrid afectados por el expediente de regulación de empleo.



L a media noche de El   lune  de  27  mayo  de   2014    nueve canales de la TDT dejaron de emitir tal y como ordenaba una sentencia del Tribunal Supremo que contemplaba procedimientos erróneos en la adjudicación de esos canales. 9 ya han desaparecido, ahora queda en el aire el futuro de otros ocho. Atremedia apagó, , Nitro, Xplora y La Sexta 3; Mediaset hizo lo propio con La Siete y Nueve; Veo TV ha pasado AXN a plataformas de pago y ha cerrado el canal de televentas que hace meses dejó libre Marca TV; Net TV puso fin a otros dos, correspondientes a teletiendas y que albergaron hasta no hace mucho a Intereconomía y MTV España.


Con todo, el sector más erosionados es el de las revistas (han desaparecido 182 títulos), seguido de los diarios (31), las televisiones (29), los medios digitales (20), las publicaciones gratuitas (11), las radios (9) y las agencias (2). Entre los medios que han cerrado a lo largo del año figuran la cadena Punto Radio y los diarios El Día de Castilla-La Mancha, La Crónica de León y El Adelanto de Salamanca, que en mayo puso punto y final a una historia de 130 años.
Como contrapunto, la APM recoge el nacimiento, en el mismo espacio de tiempo, de tres centenares de medios de información y proyectos periodísticos. “Muchos profesionales han decidido dar un paso al frente y poner en marcha sus propios medios de comunicación”, ha expuesto este jueves Luis Palacio, director del informe anual. Proyectos creados al calor de Internet y que, en su opinión, “tienen una confianza desmedida en que la publicidad va a servir para asegurar su financiación”. Su supervivencia, ha apuntado, dependerá de las posibilidades que tengan para conseguir una mezcla combinada de ingresos, que incluye desde la venta de aplicaciones hasta el micromecenazgo.



Si la sentencia del Tribunal Supremo que ordenaba el cierre de 9 canales de la TDT se produjo fue merced a la demanda interpuesta por Infraestructuras y Gestión 2002 S.L., una empresa cuyo área de negocio es el de las telecomunicaciones, prestando soporte de los servicios de difusión de radio y televisión.
En un comunicado publicado por esta empresa este lunes, Infraestructuras y Gestión 2002 S.L. informa que la intención de su demanda "ha sido asegurar la pluralidad, la libre competencia y el derecho de todos los operadores a participar en un concurso público en igualdad de condiciones".


Aunque el año actual no ha sido bueno, las perspectivas no son tan negativas como lo eran el diciembre de 2012. “2014 no lo vemos tan negro”, dijo la presidenta de la APM, Carmen del Riego, que criticó la actitud que están manteniendo los editores en esta crisis. “Están esperando que se recupere la publicidad y a la tasa Google”. Como ejemplo de los cambios a los que se enfrentan los medios convencionales citó el caso del rotativo estadounidense The Washington Post, adquirido por el dueño de Amazon, Jeff Bezos, por 250 millones de dólares (195 millones de euros). La presidenta de la APM ha explicado al hilo del movimiento estratégico de una de las cabeceras más prestigiosas: “Hacer buen periodismo es caro. Tan caro que The Washington Post estaba en la ruina”.
El informe de la APM pone de relieve  que  el sector ha perdido un 31% de sus ingresos entre 2008 y 2012. Los diarios son los más afectados (32%), y las radios las que menos (21%). Al mismo tiempo, se ha perdido la mitad de la inversión publicitaria y la difusión de los diarios de pago ha retrocedido un 25%.



La televisión local…
Examinando el panorama televisivo a nivel local, nos encontramos con que Televisión Española tiene centros territoriales en todas las autonomías, pero en la mayoría de ellos se limita a poco más que a producir informativos (escasamente valorados por los teleespectadores) y a hacer unas cuantas desconexiones publicitarias. De las televisiones privadas, sólo Antena 3 TV mantiene algunos centros, pero tras el ERE de finales del 2003 da la impresión de que van a ir cerrándolos uno tras otro durante los próximos años. Por su parte, las televisiones autonómicas aún no se han implantado en la mitad de las Comunidades Autónomas, las más pequeñas en cuanto a población se refiere, por el elevado coste de su mantenimiento. Y respecto a las televisiones locales que están dentro de la legalidad (las ilegales acabarán siendo cerradas antes o después por la autoridad competente), la mayoría de ellas sólo sobrevivirán siendo absorbidas por alguna cadena de TVs locales, a excepción tal vez de algunas de las ubicadas en las tres o cuatro grandes ciudades españolas.

Dejando a un lado los intereses meramente políticos, la realidad es que las TVs locales españolas apenas han tenido algún impacto en la audiencia televisiva, lo que se podría explicar por la dificultad de competir con las grandes televisiones nacionales y autonómicas, y con toda la oferta que llega por satélite, cable o (cada vez más) por ADSL. Este panorama nos llevaría a pensar que hacer televisión a nivel local no tiene futuro; sin embargo, yo pienso todo lo contrario: pese al gran número de emisoras, el mercado “local” de la televisión permanece aún sin explotar en muchos sitios, sobre todo donde no existe aún una televisión autonómica. En mi opinión, la principal causa del fracaso de muchas TVs locales, todas las que en mayor o menor grado he tenido ocasión de conocer, lo ha sido por el profundo desconocimiento del medio televisivo por parte de sus directivos y por la ausencia total de personal experimentado.
El problema se deriva de una concepción equivocada del medio, caracterizada por la creencia generalizada entre periodistas y empresarios según la cual hacer funcionar una televisión es algo muy parecido a poner en marcha una radio, hipótesis que pronto se demostró como muy alejada de la realidad. Esta idea no es exclusiva de las TVs locales, y así tenemos el caso de los primeros años de Antena 3 TV, empeñada en trasladar los mismos programas de su entonces filial radiofónica a los platós televisivos con resultados catastróficos en cuanto a niveles de audiencia se refiere (incluso las cortinillas de publicidad eran “habladas”). Hubiera sido más correcto comparar la televisión con el cine, porque se necesita un personal más numeroso y, sobre todo, especializado. Para que una emisora de televisión sea rentable, o al menos no pierda mucho dinero, un primer requisito es que tanto el director general como los operadores, redactores y técnicos, pasando por el departamento comercial, sean conscientes de la complejidad del medio en el que trabajan, de su lenguaje específico y hasta de sus costes.



En la actualidad, no tiene sentido pretender suplir la carencia de una televisión nacional mediante la suma de TVs locales dispersas por toda la geografía española, como si de emisoras de FM se tratara (más aún si se cumple la ley en cuanto a la limitación en el número de horas de emisión en cadena). Tampoco parece acertado producir programas similares, pero de muy inferior calidad, a los realizados por las grandes emisoras nacionales y autonómicas, puesto que ante dos productos similares y por el mismo precio, es obvio que el consumidor siempre escoge el que está mejor hecho.
Una cadena de TVs locales debería, por tanto, competir en su propio terreno y seguir dirigiéndose a un público más concreto y más próximo, pero sin despreciar las ventajas de contar con un sistema centralizado de gestión administrativa, así como de producción, compra y distribución tanto de programas como de la publicidad, común a todas las emisoras que conforman la red. Si bien unos pocos programas tendrán que ser producidos para toda la red, sería un error dejar de ser fiel a un modelo de televisión local, puesto que en tal caso la cadena de TVs locales acabaría transformándose en algo parecido a una emisora nacional pero con multitud de centro regionales, mayores costes y una inferior cobertura, y a competir directamente con ellas.



 Por detrás de España se sitúa Italia con 1.059 cadenas de televisión, Hungría, con 558 cadenas; Francia, con 550 cadenas; Holanda, con 421 cadenas y, ya por debajo de la cifra de 400 cadenas, el resto de países del entorno europeo.
Estas cifras se refieren al número de canales con base en cada país, y no a al número de televisiones que los habitantes de un determinado país pueden ver en su televisión. Así por ejemplo, sólo hay 16 cadenas con sede en Irlanda, aunque los habitantes de ese país pueden ver más de 500 canales en su televisión.

A diferencia de lo que ocurre en el Reino Unido, en donde casi la mitad de los canales que tienen base en ese país (588) emiten para otros países europeos, incluyendo versiones en otras lenguas, en el resto de países que encabezan el ranking, como España, son las televisiones regionales y locales las que son "particularmente numerosas" incrementando el número total de cadenas.

España también destaca por su oferta de televisión en Alta Definición. Así, se encuentra en el grupo de países junto a Francia, Italia, Holanda, Polonia y Reino Unido que cuentan con ofertas de televisión por satélite con más de 20 cadenas en Alta Definición. Mientras Hungría, Alemania y Rusia tiene plataformas de satélite específicas en este formato.

Además, España es uno de los trece países en donde se pueden ver televisiones en este formato a través de la Televisión Digital Terrestre (TDT), frente a los tres países que ofrecían en la TDT este tipo de cadenas a finales de 2009. Asimismo, el estudio destaca los "numerosas versiones" de canales autonómicos públicos en Alta Definición lanzados en España a lo largo de 2010.

Más de 7.600 cadenas en la UE
En total, en la Unión Europea había a finales de 2010 un total de 7.600 cadenas de televisión (más de 9.893 cadenas si se tiene en cuenta los 36 países del entorno europeo miembros del observatorio), de las cuales 414 eran en Alta Definición, 274 más que a finales de 2009. Estas cifras incluyen tanto los canales emitidos únicamente en Alta Definición como los emiten simultáneamente tanto en el formato convencional como en esta calidad.

En cuanto al género, los deportes continúan siendo el tema preferido para emitir en Alta Definición (casi el 20% de las televisiones que emiten en este formato), seguido de las películas, las cadenas generalistas y los documentales.


El estudio también señala el papel que está teniendo las ofertas de televisión por Internet en el incremento en los últimos años de las cadenas en Alta Definición. Así, a finales de 2010, dos tercios de las redes de televisión por Internet ofrecían canales en Alta Definición y, de ellas, un tercio ofertaban más de diez de estos canales.

En general, a lo largo de 2010 se crearon más de 300 cadenas de televisión en toda Europa, lo que según el observatorio demuestra "el dinamismo" del sector. Como ya ocurrió en 2009, dentro de estos nuevos canales, el deporte encabeza el ranking, acumulando 47 de las nuevos cadenas creadas, seguido de las de temática pornográfica (32), las de entretenimiento (26), las de Alta Definición que emiten en 'simulcasts' con otros canales existentes (25), las de documentales (19) y los canales de 'estilo de vida' (16).

Asimismo, dentro de los nuevos canales en la Unión Europea en 2010, destaca la creación de 22 nuevas cadenas públicas, como RAI 5 en Italia y TVP en Polonia. La mayoría de estos nuevos canales son versiones en Alta Definición de otras cadenas que ya emitían en formato estándar como France 3 HD, RTBF 1, 2 y 3 HD o las versiones en Alta Definición de canales autonómicos en España.


Para aprovechar las ventajas de contar con una red de TVs locales sin que las diferentes emisoras que la componen pierdan su carácter de “local”, cada programa deberían estar constituido, en la medida de lo posible, de una parte común a todas las emisoras y una parte diferenciada en cada una de ellas, procurando además fomentar la participación del espectador.

Por ejemplo, supongamos que la cadena programa un debate en directo sobre un tema de actualidad los miércoles a las diez de la noche. El tema del debate podría ser el mismo en cada una de las emisoras, o podría ser completamente distinto en función de la actualidad de la zona o región donde está ubicada la emisora local, pero evidentemente los invitados serían personas diferentes en cada lugar. En cambio, el plató debería seguir un mismo estilo en todas las emisoras, y cabeceras, cortinillas, fondos y sintonías, iguales para todos, si bien con alguna diferencia como podría ser el título del programa: en La Rioja podría llamarse “La Rioja a debate” y en Zaragoza “Aragón a debate”. Los reportajes introducidos durante el debate podrían también ser los mismos, o con ligeras variaciones, en todas o casi todas las emisoras. Y para posibilitar la participación, un pequeño grupo de redactores podría recoger las llamadas de los espectadores, que luego serían resumidas por una presentadora mediante una “conexión” con la redacción de la tele local.



…con estilo
Para unificar criterios y optimizar los recursos, sería interesante que un equipo técnico y humano común (propio o subcontratado, según el caso) diera soporte a todas las emisoras de la cadena, colaborando en el diseño del estilo general de los programas, platós y decorados, en su iluminación y sonorización, y en la realización de los elementos básicos que constituyen la base de las promociones, cabeceras y grafismos de los programas.


Financiación…
Otra ventaja de seguir esta estrategia es la capacidad de financiar la cadena de emisoras mediante patrocinios y spots publicitarios de diferentes empresas e instituciones en cada localidad, en vez de necesitar el apoyo de los grandes anunciantes nacionales (lo cual no significa renunciar a ellos). En el ejemplo del debate, el programa podría estar patrocinado en cada localidad por una empresa diferente; en cuanto a los spots incluidos en los cortes publicitarios, probablemente la mayoría pertenecerían a empresas de la zona o región, pero algunos podrían haber sido contratados para ser emitido en todas o casi todas la red de emisoras por un anunciante con un interés global (una marca de automóviles, por ejemplo).

…institucional
Siempre ardua de conseguir, parece más fácil lograrla en aquellas localidades donde no existe televisión autonómica. En comunidades como La Rioja, por ejemplo, cierta parte del presupuesto cultural-promocional acabará siendo destinado, en cualquier caso, a proyectos audiovisuales que apenas serán vistos por los propios habitantes de la región si no existe una oferta seria por parte de una TV local. Para que organismos e instituciones se percaten de que es una gran inversión contribuir económicamente a la realización de reportajes, documentales y series de televisión sobre su ciudad, municipio o comunidad autónoma (que de otra manera no podrían hacerse), es preciso asegurarles una razonable calidad en la producción.


Formación…
El problema más grave de las TVs locales es la deficiente formación de su personal. Esta circunstancia la he podido contrastar con un heterogéneo grupo de personas que, por su profesión, frecuentemente entran en contacto con trabajadores de televisiones locales. Y no va a ser posible generar ni confianza ni respeto en los destinatarios finales del mensaje televisivo, con unos profesionales de escasa cultura o deficientemente preparados en sus respectivas especialidades. La formación académica ha de ser satisfactoria, pero los medios audiovisuales evolucionan a tal velocidad que resulta imprescindible actualizar constantemente tales conocimientos.
Una vez más, tenemos comunidades autónomas como La Rioja en las que no existe ningún tipo de enseñanza audiovisual relacionada con la imagen en movimiento. En ellas, sería una buena idea llegar a un acuerdo entre la red de TVs locales y la Consejería de Educación para impartir al menos un Tercer Ciclo de Formación Profesional, complementado con prácticas en la televisión al término de los estudios. También se podrían impartir cursos de especialización.


…e información
Las noticias y la retransmisión de eventos de la región (espectáculos deportivos y otros) constituyen los pilares en los que se asienta cualquier TV local, pero así como estos últimos suelen ser muy valorados, los informativos locales son escasamente vistos por el público de una provincia o región. El problema principal puede encontrarse en seguir el modelo del telediario de las grandes televisiones nacionales, a las que llegan constantemente noticias procedentes de todo el mundo, para contar la información de una pequeña zona en la que por lo general ocurren muy pocas cosas destacables cada día. La solución es compleja y supera los propósitos de este breve artículo; no obstante, sirva como pista lo que durante años siendo realizador de informativos en un centro regional puede comprobar: al espectador local le atraen los hechos humanos y sociales de su entorno mucho más que cualquier aburrida rueda de prensa.
  118 cadenas cerradas entre   2009   y  2015
Por el contrario, en 2010 cerraron en toda Europa 118 cadenas, destacando el cierre de canales de entretenimiento (16), canales pornográficos (11) y canales de teletienda (9).
De los 9.893 cadenas con base en alguno de los países europeos miembros del observatorio en 2010, un 60,2 por ciento eran canales regionales o locales mientras que el 39,8 por ciento restante era nacionales o internacionales.


A finales de 2009, el 56,1 por ciento de los hogares de estos países accedían a televisión digital, frente a la analógica, 10.8 por ciento más que en 2008. Teniendo en cuenta exclusivamente los países de la Unión Europea el porcentaje de hogares 'digitalizados' aumenta hasta el 71,5 por ciento.

En este sentido, el observatorio apunta al papel que está teniendo el incremento de las redes de cable, por satélite y también la televisión por Internet en favor de la televisión digital frente a la analógica. De estas plataformas, la de cable es la que más número de cadenas tiene (6.216) seguida de Internet (127), satélite (88), televisión en teléfonos móviles (78) y televisión terrestre de pago (32).




Conclusión
Nos encontramos en un momento paradójico en el cual la oferta televisiva nacional e internacional es mayor que nunca y no para de crecer en todos los sentidos, mientras que la oferta local (excluyendo a las emisoras ilegales dedicadas a la pornografía, videncia y otros timos) ha sufrido un estancamiento y es cada vez peor. Lo primero es consecuencia directa de la globalización de los mercados que permiten las nuevas tecnologías, pero estas tecnologías también facilitan mejorar la producción local y sin embargo está ocurriendo todo lo contrario. Si tenemos en cuenta que ambas son complementarias, sólo una profunda desconfianza en las capacidades técnico-artísticas de las TVs locales puede impedir que exista una mayor colaboración entre la oferta nacional-global y la local-regional, desconfianza que existe también en empresas, organismos e instituciones, y en el público en general.
Pero si actúan inteligentemente y cuentan con un personal bien preparado, las redes de TVs locales podrían dar salida a ese “mercado local” que no interesa a las grandes emisoras nacionales, y que tampoco han conseguido atender adecuadamente la mayoría de las locales independientes debido a su endémica debilidad. Formar parte de una cadena permite optimizar buena parte de los recursos técnicos, humanos y de gestión, haciendo que ahora sea factible construir una televisión más cercana al ciudadano sin vaciarle el bolsillo ni renunciar a la calidad.

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