miércoles, 4 de enero de 2017

HISTORIA DEL TERROR EN EL CINE

El cine de terror nació junto con el mismo cine. Los hermanos Lumière rodaron en 1896 la cinta L'arrivée d'un train à La Ciotat (La llegada del tren). En esta película, como su nombre indica, únicamente se mostraba la llegada de un tren; sólo que, dado que el cine era un invento desconocido para la mayoría de los espectadores, éstos creían que el tren se iba a salir literalmente de la pantalla para arrollarlos; los primeros espectadores de la cinta gritaban y escapaban de la sala aterrorizados.
La primera película deliberada de terror fue realizada en 1910 por J. Searle Dawley para los Edison Studios. Se trató de la primera adaptación del mito de Frankenstein. En esta época del cine mudo aparecieron otras películas como El gólem (Paul Wegener, 1915), Häxan (Benjamin Christensen, 1922) la primera película de temática cultista y demoniaca, El jorobado de Notre-Dame (Wallace Worsley, 1923) o El fantasma de la ópera (Rupert Julian, 1925).
El siglo XX conoció, pues, desde muy pronto excelentes cultivadores del miedo. Quizá el director más importante de esta primera época sea el alemán F. W. Murnau (1889-1931), responsable de la lóbrega y expresionista Nosferatu, el vampiro (1922), película basada en el Drácula de Bram Stoker (dentro del cine expresionista, véase también Fritz LangEl testamento del doctor Mabuse]], M, el vampiro de Düsseldorf— y El gabinete del doctor Caligari). El famoso vampiro transilvano ha conocido decenas de versiones a lo largo del siglo XX. Son destacables la neogótica (basada en Murnau: como en la película de éste, los dientes largos del vampiro no son los colmillos, sino los incisivos) Nosferatu, vampiro de la noche, a cargo del alemán Werner Herzog (1979), y la espectacular puesta en escena de la película Drácula de Bram Stoker (1992) del estadounidense Francis Ford Coppola.


Años 50, 60 y 70
Si se habla de cine de terror, no se puede pasar por alto a la productora británica Hammer (ver Hammer Productions), que a lo largo de los años 50, 60 y 70 desencadenó una avalancha de películas del género, algunas de gran calidad, como La maldición de Frankenstein (1957), Drácula (1958) y La Momia (1959). Su director estrella fue el inglés Terence Fisher.
También debe recordarse al norteamericano Roger Corman (n. 1926), director de serie B (películas de bajo presupuesto) especializado en la adaptación, quizá en exceso libre y colorista, de relatos de Edgar Allan Poe: House of Usher ('La caída de la casa Usher', 1960), The Pit and the Pendulum ('El pozo y el péndulo', 1961), Premature Burial ('El entierro prematuro', 1962), Tales of Terror ('Cuentos de terror', 1962) The Raven ('El cuervo', 1963), The Masque of the Red Death ('La máscara de la Muerte Roja', 1964) The Tomb of Ligeia ('La tumba de Ligeia', 1964), entre otras. Todos estos filmes, salvo Premature burial, fueron protagonizados por el especialista en el género Vincent Price (1911-1993).
Boris Karloff en La novia de Frankenstein.
Otros actores legendarios del género: Béla Lugosi (1882-1956), Boris Karloff (1887–1969), Lon Chaney Jr. (1906–1973), Peter Cushing (1913–1994) y Christopher Lee (1922-2015).
El actor español Paul Naschy (Jacinto Molina Álvarez, 1934-2009, Medalla de Oro al mérito en las Bellas Artes de 2001) fue considerado internacionalmente gran especialista, habiendo participado, ya sea como actor, director o guionista, en un centenar de películas aproximadamente. Otros autores europeos muy valorados del género: el español Jess Franco y los italianos Mario Bava y Dario Argento, entre otros.
Alfred Hitchcock, llamado el mago del suspense, es autor de por lo menos dos cumbres del terror moderno: la película de terror psicológico Psicosis (1960) y la de terror naturalista Los pájaros (1962).
A principios de la década de los sesenta se realizan dos importantes adaptaciones de novelas: The innocents de Jack Clayton (sobre Otra vuelta de tuerca de Henry James) y The haunting. La mansión encantada de R. Wise (a partir de The haunting of Hill House de Sh. Jackson).

Un fenómeno que también se ha producido desde la llegada del año 2000 es la realización de numerosos remakes o reinvenciones de varias películas clave del cine de terror, en especial el slasher. Desde 2003, con el remake de La Matanza de Texas, se han estrenado La Masacre de Toolbox (2003), El Amanecer de los Muertos (2004), La Casa de Cera (2005), Terror en Amityville (2005), Las colinas tienen ojos (2006), Black Christmas (2006), Cuando llama un extraño (2006), La profecia (2006), Halloween (2007), Prom Night (2008), April Fool's Day (2008), Viernes 13 (2009), Sorority Row (2009), My Bloody Valentine 3D (2009), Los niños del maíz (2009), A Nightmare on Elm Street (2010), El Hombre Lobo (2010), Piraña 3D (2010), Evil Dead (2013), Carrie (2013), Poltergeist (2015), Martires (2016), Inside (2016), It (2017), etc.
Esto ha llevado a pensar en múltiples ocasiones que el cine de terror, ya no es que se haya quedado sin ideas originales para la producción de nuevas películas de terror, sino que a las productoras les ha sido más cómodo buscar en sus archivos para desenterrar películas que fueron un éxito en su tiempo para un público adolescente que aún hoy sigue vigente, y adquirir así grandes recaudaciones en taquilla. Si bien, por otra parte, se ha tratado de modernizar el terror característico de los años 70 y 80 para llegar a la juventud actual, tratando de hacer experimentar al público de hoy día el mismo terror que sus padres en aquellos años mediante la aplicación de nuevas tecnologías en las iluminaciones, los efectos especiales y las bandas sonoras, aunque esto haya requerido aumentar la violencia de las escenas o incluso alterar el argumento original para mayor angustia o temor. Es el caso de nuevas secuelas que siguen una nueva línea de una historia reinventada, como H2 Halloween II (2009), y Texas Chainsaw 3D (2013) secuela de la original.
Al igual que Scream (1996) parodiaba a las películas slasher de los años 70, 80 y 90; ahora una de sus secuelas Scream 4 (2011) parodia a las nuevas versiones del slasherNo deben olvidarse otros grandes hitos del cine de terror de calidad surgidos en el último tercio del pasado siglo: El bebé de Rosemary (1968), de Roman Polanski, Halloween' (1978), de John Carpenter, El Exorcista (1973) de William Friedkin, La matanza de Texas (1974), de Tobe Hooper, La profecía (1976), de Richard Donner, Terror en Amityville (1979), de Stuart Rosenberg y su secuela Amityville: La Posesión (1982), de Damiano Damiani, El resplandor (1980), de Stanley Kubrick, la polémica Holocausto Canibal (1979), del italiano Ruggero Deodato, la similar y no menos polémica Cannibal Ferox (1980) de Umberto Lenzi, Poltergeist (Tobe Hooper, 1982), Videodrome (David Cronenberg, 1983), la controvertida Nekromantik (del alemán Jörg Buttgereit, 1987), It, basada en la novela de Stephen King, El silencio de los corderos (1991), de Jonathan Demme, y más recientemente, lanzada con astucia a través de Internet, El proyecto de la bruja de Blair (1999), de los jóvenes Daniel Myrick y Eduardo Sánchez.

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