martes, 29 de noviembre de 2011

Los expertos en detectar mentiras saben que…

Las verdades suelen ser congruentes: las palabras, el lenguaje corporal y las acciones suelen encajar. Sobre todo si la reputación de la persona que habla respalda lo que dice.

Una emoción por cada reacción: si a una persona honesta le gustan tus nuevos zapatos, primero sonreirá y después hará un comentario positivo al respecto (o al revés). Por el contrario, un “mentiroso” hará ambas cosas al mismo tiempo (y sus reacciones durarán menos o más de lo normal).

Al decir una mentira para responder a una pregunta directa, las personas que mienten emplearán las mismas palabras de la persona que los ha interrogado. Por ejemplo: “¿Rompiste el jarrón?” “No, no rompí el jarrón”.

Las emociones se reflejan en toda la cara: alguien que sonríe “de verdad” no sólo sonreirá con los labios, también lo hará con los ojos y se notará en su frente. El ‘mentiroso’ demostrará “felicidad” únicamente con los labios.

Es muy común que las personas que dicen una mentira sientan comezón en la 

nariz y necesiten tocársela mientras hablan 

Otras partes del cuerpo que se tocan más de lo normal al “inventar información” son la nuca, las orejas y la boca.

Una persona que miente tardará un poco más en contestar una pregunta.

Cuando una persona es culpable, toma una actitud defensiva aunque esté abogando por su inocencia. Una persona honesta cuestionará los motivos por los que se le inculpa y no tergiversará la realidad.

El mentiroso procurará tener el menor contacto comunicativo posible con la persona a la que le está mintiendo. Si debe hablar con esta persona, su incomodidad será evidente en la mayor parte de los casos.

Los mentirosos hablan sin hacer énfasis en ninguna parte del discurso, mientras que alguien que dice la verdad, hará énfasis en la información significativa.

Los mentirosos suelen hablar más de lo habitual o cambiar de tema inmediatamente después de decir la mentira.

Algunos mentirosos se tallan inconscientemente los ojos para evitar el contacto visual con su interlocutor.

Si una persona mueve la cabeza negativamente mientras está afirmando algo, muy probablemente está mintiendo.

Al mentir, las personas colocan objetos (vasos, libros, lápices) entre ellas y el receptor de la mentira.

Una persona que miente se justificará antes de que se le pida hacerlo.

Te recordamos que estos tips para detectar mentiras no son infalibles. Para un estudio de carácter más académico y riguroso, te sugerimos visitar algunos artículos científicos o libros especializados haciendo clic


Quien mucho habla,mucho miente;porque el mucho hablar y el mentir son parientes."¿Que opinas sobre ese...?

 

Con este refrán se da a entender que la palabrería excesiva e inmoderada conduce a la mentira y a la falsedad.El refrán también sugiere que el mucho hablar provoca errores o compromisos indeseables.También puede ofender y desvelar secretos…
También hay otro refrán que dice:"Quien en mucho hablar se empeña,a menudo se despeña."
Puede que sean pariente, pero un poco lejanos.
La necesidad de mentir tiene muchos orígenes y casi todos mentimos en algunos aspectos. Aún que sean las consabidas "mentirillas blancas".
A veces también nos mentimos nosotros mismos.
Yo encuentro mayor relación entre los políticos y la mentira. En este caso se aplica justificadamente la frase maquiavélica:
"El fin justifica los medios"
Concuerdo con quien escribió en su respuesta: "Quien mucho habla ,mucho yerra" por aquello de la ley de probabilidades.
Es cierto que el mentiroso, sobre todo el recurrente, debe tener muy buena memoria, sino, como diantres podría recordar qué, cómo, dónde y a quién dijo qué.
Finalmente todo mentiroso cae sólo por causa de sus propias contradicciones. Y es aquí donde se justifica plenamente el dicho: "El pez por su boca muere"
Quienes gustamos de expresarnos oralmente no somos mentirosos, por lo menos no todos....



 ES COMO EL REFRAN QUE DICE
" PERRO QUE LADRA NO MUERDE,
PERO CUIDADO, QUE NO VALLA HACER QUE POR LADRAR TE CONFIES DEMACIADO"



 



 

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