Una Actitud Positiva Hacia La Muerte :: Descubriendo el libro tibetano de los muertos
Rabindranath Tagore dijo "sé que voy a
amar la muerte ya que he amado la vida". Sin embargo a la mayoría de
nosotros nos cuesta ver nuestra defunción con tanta serenidad. Por lo
general nos llena con temor la idea de morir o de perder personas
queridas. Nuestra sociedad nos enseña ver el mundo de una forma
"materialista": es decir solo reconociendo lo que podemos observar
directamente con los sentidos, o indirectamente por la ciencia. Desde
este punto de vista la muerte es simplemente una terminación, un vacío y
la perdida de todo que valoramos.
Parte del problema es que el mercado laboral en España está repleto de
profesionales con titulación universitaria y, según la ley de la oferta y
la demanda, a mucha oferta se abarata el producto (sí, nosotros somos
el producto. Así está la cosa). Súmale que estas vacantes laborales que
requieren esa cualificación son más bien escasos, y el acceso a ellos
suele tener unos criterios de selección digamos que peculiares. ¡Con
razón la mayoría de los jóvenes españoles quiere ser funcionario! Si
aquí se pagará 2.500 euros/mes a un licenciado, como se paga en
cualquier país europeo, o los 4.000 dólares que se ofrecen en EEUU, se
ofreciera un plan de desarrollo profesional y unas ventajas sociales de
calado, está más que claro que no tantos jóvenes optarían por el
funcionariado.
Entonces un encuentro con el "Libro
Tibetano de los Muertos" nos puede sorprender bastante. Aquí nos
enfrentamos con la posibilidad de que la muerte no sea solamente un
momento trágico sino una oportunidad. Su título original "Bardo Thodol"
quiere decir "la Gran Liberación por la Audición en el Estado
Intermedio". Pertenece a la tradición budista "Nyingma", y de acuerdo
con todas las ramas del Budismo reconoce la reencarnación. Da una
descripción de la experiencia de morir, pasar por un estado intermedio y
renacer. El propósito del texto es darnos instrucciones para aprovechar
espiritualmente del momento de la muerte o ayudar una persona
moribunda. Sin embargo las enseñanzas del libro tienen relevancia para
toda la vida y no solo para nuestros últimos momentos.
Tradicionalmente en el Tíbet no se
consideraba un texto muy avanzado o difícil de entender. Sin embargo
nosotros carecemos del ámbito budista en que vivían los tibetanos.
Necesitamos algunas explicaciones del simbolismo, de los términos claves
y de la filosofía subyacente.
Como seres con las capacidades
necesarias para el mercado laboral, supuestamente tenemos que ser
elementos productivos y útiles de esta sociedad, por lo que se nos
alienta a perseguir nuestros horizontes profesionales allá donde nos
lleven. Hasta ahí bien, pero llega un momento en el que la cosa se
complica. Estando ya tan cerca del tres y del cero, las necesidades
vitales cambian, ¿o no? Llegados a una edad, por norma general, ya va
siendo hora de montar una familia, un proyecto personal y buscar una
calidad de vida.
Sin excusas ni ambages, ahí que llega uno
(también por norma general) y se pone a trabajar donde encuentres un
curro de lo tuyo (para los afortunados) o de lo que sea (en un elevado
número de casos). El problema reside en que te pagan una mierda, con lo
que, en el caso (también mayoritario) de no estar en tu casa, se te va
medio sueldo en el alquiler y el otro medio en subsistir de la mejor
manera posible y hacer un par de escapadas al año. Te das de cara con la
realidad en tu proyecto personal de vida familiar: no tienes dinero
ahorrado, por tanto, olvídate de la entrada del piso. Y si vives del
alquiler…
A ello debemos sumarle, en mi caso, la
falta de pareja. Así que mi proyecto se ha ido al garete antes de
empezar, puesto que, a no ser que la ciencia avance hasta límites
insospechados de los que no me gustaría ser partícipe, la proximidad
física también es indispensable para el proyecto de llevar una vida en
común.
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