Las personas que carecen de humildad, suelen presumir de sus logros, y actuar con orgullo. No son personas sencillas, ni modestas y por tanto, no reconocen sus fracasos, ni sus debilidades. Debido a su altivez y arrogancia, se creen superiores a los demás, a los que incluso a veces desprecian y humillan. En definitiva, estas personas, siguen un proceso de degradación que rebaja su dignidad y disminuye progresivamente sus cualidades y atributos.
Se entiende por verdadero todo aquello que contiene verdad o que es conforme a la verdad. Y se entiende por verosímil todo aquello que tiene apariencia de verdadero, o que es creíble. Así pues, un ejemplo de la frase arriba anunciada lo encontramos en nosotros mismos, porque la autentica realidad de nuestro ser, es decir, nuestra esencia, nuestra existencia, sabido es que trasciende y que va mucho más allá de lo terrenal, lo cual, a pesar de ser realmente verdadero, a veces no es verosímil, para muchas personas que todavía piensan que su existencia empieza con el nacimiento y acaba con la muerte aquí en la Tierra.
La moda es un uso o costumbre que esta siempre vigente en nuestra sociedad. Es una tendencia que se adopta debido a una especie de presión social que indica aquello que debemos hacer, usar, consumir, etc. La autoridad de la moda es tal, que nos obliga a ser ridículos, al tratar de que todos hagamos lo mismo, cuando en realidad somos diferentes entre sí, individuales y con nuestros propios gustos y preferencias. De manera que la moda, nos obliga a ser ridículos porque opina paradójicamente que es ridículo quien no sigue sus corrientes, es decir, todo lo contrario de cómo debe ser, ya que lo correcto y natural es que cada cual haga aquello que libremente piensa y siente en su interior, al margen de lo que puedan hacer los demás.
El cuerpo de cualquier ser, es simplemente el medio a través del cual el ser se hace visible en este mundo que vivimos. Es decir, el cuerpo es únicamente el testimonio físico y temporal de la existencia de dicho ser. Un testimonio que hace su aparición a través del nacimiento y desaparece cuando el cuerpo muere. Sin embargo, el ser, continua existiendo de forma independientemente a la de su cuerpo, ya que como entidad espiritual que es, existe antes de su nacimiento en la Tierra y perdura más allá de su muerte terrenal, después de la cual, regresa a su verdadero hogar que es el mundo espiritual de donde procede.
Los golpes de adversidad, son estos sucesos aparentemente desfavorables y calificados de amargos, al considerar que van en contra de nuestra prosperidad o fortuna. Sin embargo, deberíamos tener presente que llevan siempre consigo una beneficiosa lección. Al afrontarlos, nos ayudan a forjar nuestro carácter y nos brindan una oportunidad única para nuestra propia superación. Tal como decía Aristófanes: 'En la adversidad sale a la luz la virtud'. O Séneca, que decía al respecto que: 'La adversidad vuelve sabio al hombre'.
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