La infección
por el virus de la inmunodeficiencia humana y el síndrome de inmunodeficiencia
adquirida (VIH/sida)
es un espectro de enfermedades
causadas por la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).
Tras la infección inicial, una persona
puede notar ningún síntoma o puede experimentar un periodo breve de cuadro tipo
influenza.
Típicamente, le sigue un periodo
prolongado sin síntomas
A medida que la infección progresa,
interfiere más con el sistema inmunitario, aumentando el riesgo de
infecciones comunes como la tuberculosis,
además de otras infecciones oportunistas y tumores que raramente afectan a las personas
con un sistema inmunitario indemne.
Estos
síntomas tardíos de infección se conocen como sida,
etapa que a menudo también está
asociada con pérdida de peso
El VIH se contagia principalmente por sexo
desprotegido (incluido sexo anal y oral), transfusiones de sangre contaminada, agujas hipodérmicas y de la madre al niño durante
el embarazo, parto o
lactancia
Algunos fluidos corporales, como la
saliva y las lágrimas, no transmiten el VIH.
ntre
los métodos de prevención se encuentran el sexo seguro,
los programas de
intercambio de agujas, el tratamiento a los infectados y la circuncisión
La infección del bebé a menudo puede
prevenirse al dar medicación
antirretroviral tanto
a la madre como el niño.
No hay ninguna cura o vacuna; no obstante, el
tratamiento antirretroviral puede retrasar el curso de la enfermedad y puede
llevar a una expectativa de vida cercana a la normal.
Se recomienda iniciar el tratamiento
apenas se haga el diagnóstico.
Sin tratamiento, el tiempo de
sobrevida promedio después de la infección es 11 años.
En 2014 aproximadamente 36,9 millones de personas
vivían con VIH y causó 1,2 millones de muertes. La mayoría de los infectados viven en
el África subsahariana
Entre su descubrimiento y el 2014 el
sida ha causado un estimado de 39 millones muertes en todo el mundo.
El VIH/sida se considera una pandemia:
un brote de enfermedad presente en un área grande y con propagación activa.
Se cree que el VIH se originó en el
centro-oeste de África durante finales del siglo XIX o principios del XX. El sida fue reconocido por primera vez
por los Centros para el
Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos en 1981 y su
causa (la infección por VIH) se identificó a principios de dicha década.16
El VIH/sida ha tenido un gran impacto en la
sociedad, tanto enfermedad como fuente de discriminación.17 La enfermedad también tiene fuertes impactos
económicos.17 Hay muchas ideas
equivocadas sobre el VIH/sida como
la creencia de que puede transmitirse por contacto casual no sexual.18 La enfermedad ha sido centro de muchas
controversias relacionadas a la religión, incluida la decisión de la Iglesia católica de no apoyar el uso de preservativo como prevención.19 Ha atraído la atención internacional
médica y política así como financiación masiva desde su identificación en los
años 1980.
La era del sida empezó oficialmente el 5 de junio de 1981, cuando los Centers for Disease Control and
Prevention (CDC) —Centros para el Control y Prevención de
Enfermedades de Estados Unidos— convocaron una conferencia de
prensa donde describieron cinco casos de neumonía por Pneumocystis carinii en Los Ángeles.21 Al
mes siguiente se constataron varios casos de sarcoma de
Kaposi, un tipo de cáncer de piel. Las primeras
constataciones de estos casos fueron realizadas por el Dr. Michael Gottlieb de San Francisco.
Pese a que los médicos conocían tanto la neumonía por Pneumocystis carinii como el sarcoma de
Kaposi, la aparición conjunta de ambos en varios pacientes les llamó
la atención. La mayoría de estos pacientes eran hombres homosexuales sexualmente
activos, muchos de los cuales también sufrían de otras enfermedades crónicas
que más tarde se identificaron como infecciones oportunistas. Las pruebas
sanguíneas que se les hicieron a estos pacientes mostraron que carecían del
número adecuado de un tipo de células sanguíneas llamadas T CD4+. La
mayoría de estos pacientes murieron en pocos meses.
Hasta 1984 se sostuvieron distintas teorías sobre
la posible causa del sida. La teoría con más apoyo planteaba que el sida era
una enfermedad básicamente epidemiológica.
En 1983 un grupo de nueve hombres homosexuales
con sida de Los Ángeles,
que habían tenido parejas sexuales en común, incluyendo a otro hombre en Nueva York que mantuvo relaciones sexuales con
tres de ellos, sirvieron como base para establecer un patrón de contagio típico
de las enfermedades infecciosas.
Otras teorías sugieren que el sida surgió a causa
del excesivo uso de drogas y de la alta actividad sexual con diferentes
parejas. También se planteó que la inoculación de semen en el recto durante la
práctica de sexo anal,
combinado con el uso de inhalantes con nitrito llamados poppers,
producía supresión del sistema inmunológico. Pocos especialistas tomaron en
serio estas teorías, aunque algunas personas todavía las promueven y niegan que el
sida sea producto de la infección del VIH.[cita requerida]
La teoría más reconocida actualmente, sostiene que
el VIH proviene de un virus llamado «virus de inmunodeficiencia en simios»
(SIV, en inglés), el cual es idéntico al VIH y causa síntomas similares al sida
en otros primates.
Según un estudio publicado en 2014, el virus entraría en los seres humanos por
primera vez en los años 20 del siglo XX, en el centro de África.
En 1984, dos científicos franceses, Françoise Barré-Sinoussi y Luc Montagnier del Instituto
Pasteur, aislaron el virus de sida y lo purificaron. El dr. Robert Gallo,
estadounidense, pidió muestras al laboratorio francés, y adelantándose a los
franceses lanzó la noticia de que había descubierto el virus y que había
realizado la primera prueba de
detección y los
primeros anticuerpos para combatir a la enfermedad. Después de diversas
controversias legales, se decidió compartir patentes, pero el descubrimiento se
le atribuyó a los dos investigadores originales que aislaron el virus, y solo a
ellos dos se les concedió el Premio Nobel conjunto, junto a otro investigador en
el 2008, reconociéndolos como auténticos descubridores del virus, aceptándose
que Robert Gallo se aprovechó del material de otros investigadores para
realizar todas sus observaciones. En 1986 el virus fue denominado VIH (virus de inmunodeficiencia humana).
El descubrimiento del virus permitió el desarrollo de un anticuerpo,
el cual se comenzó a utilizar para identificar dentro de los grupos de riesgo a
los infectados. También permitió empezar investigaciones sobre posibles
tratamientos y una vacuna.
En esos tiempos las víctimas del sida eran aisladas
por la comunidad, los amigos e incluso la familia. Los niños que tenían sida no eran aceptados por las escuelas
debido a las protestas de los padres de otros niños; éste fue el caso del joven
estadounidense Ryan White.
La gente temía acercarse a los infectados ya que pensaban que el VIH podía
contagiarse por un contacto casual como dar la mano, abrazar, besar o compartir
utensilios con un infectado.
En un principio la comunidad homosexual fue culpada
de la aparición y posterior expansión del sida en Occidente.
Incluso algunos grupos religiosos llegaron a decir que el sida era un castigo
de Dios a los homosexuales (esta creencia aún
es popular entre ciertas minorías de creyentes cristianos y musulmanes). Otros señalan
que el estilo de vida «depravado» de los homosexuales era responsable de la
enfermedad. Aunque en un principio el sida se expandió más deprisa a través de
las comunidades homosexuales, y que la mayoría de los que padecían la
enfermedad en Occidente eran homosexuales, esto se debía, en parte, a que en
esos tiempos no era común el uso del condón entre homosexuales, por considerarse
que éste era sólo un método anticonceptivo. Por otro lado, la difusión del
mismo en África fue principalmente por vía heterosexual.
El sida pudo expandirse rápidamente al concentrarse
la atención sólo en los homosexuales, esto contribuyó a que la enfermedad se
extendiera sin control entre heterosexuales, particularmente en África,
el Caribe y luego en Asia.
Gracias a la disponibilidad de tratamiento
antirretrovirales, las personas con VIH pueden llevar una vida normal, la
correspondiente a una enfermedad crónica, sin las infecciones oportunistas
características del sida no tratado. Los antirretrovirales están disponibles
mayormente en los países desarrollados. Su disponibilidad en los países en desarrollo está creciendo, sobre todo en América
Latina; pero en África, Asia y Europa Oriental muchas personas todavía no
tienen acceso a esos medicamentos, por lo cual desarrollan las infecciones
oportunistas y mueren algunos años después de la seroconversión.